Alcaraz ilumina el año del apagón de Nadal y la pérdida de Santana

El balear se acabó bajando de Wimbledon y de los Juegos Olímpicos, por las restricciones en estos torneos y por un problema en el pie que se fue agrandando y que, pese a que le permitió volver en Washington para jugar dos partidos, terminó con su temporada cuatro meses antes de lo previsto y encima al finales de año se contagió por covid. Ni Abierto de los Estados Unidos, ni Copa Davis, ni Finales ATP en Turín. Nadal apenas disputó 29 encuentros (24-5), mínimo histórico desde que es profesional. Jugó menos incluso que en 2020, cuando se produjo el parón por la pandemia y llegó a disputar 34 encuentros (27-7).

Esto le ha hecho ver desde la barrera cómo Djokovic les igualaba a 20 Grand Slam tanto a él como a un Roger Federer que encara la retirada tras su tercera operación en la rodilla. El suizo ha jugado 13 partidos desde febrero de 2020 y no tiene una fecha definida de vuelta. También ha visto al serbio quedarse a las puertas del Golden Slam, perdiendo en semifinales de Tokio, en la medalla de bronce contra Pablo Carreño y en la final del US Open, y superar el récord de más semanas como número uno. Djokovic suma ya 356 semanas, muy por encima de las 310 que puso Federer como listón.

El de Belgrado se acercó a la mejor temporada de la historia del tenis masculino y el récord de Steffi Graf, única persona en ganar los cuatro Grand Slams y el oro olímpico en el mismo año, mientras sus dos máximos rivales contemporáneos batallan contra las lesiones fuera de la pista. El testigo de antítesis de Djokovic lo ha recogido Daniil Medvedev, ganador de la Davis Cup, la ATP Cup y el Abierto de los Estados Unidos y merecido número dos del mundo.

Las preocupaciones en el tenis español las espantó de un manotazo Carlos Alcaraz, el que emergía como la promesa y que en este 2021 se ha consolidado como uno de los mejores jóvenes del mundo, sino el mejor.

El de El Palmar empezó el año como número 141 del mundo y lo ha terminado rozando meterse entre los 30 mejores. Alcaraz, que en 2020 se había abierto paso a base de victorias en los Challengers, estrenó este año su casillero en Grand Slams en Australia y comenzó a brillar en Marbella, donde llegó a semifinales. Pero nadie podía presagiar lo que ocurriría a continuación.

En Madrid se bautizó, aprovechando una invitación para conseguir su primer triunfo en un Masters 1.000 y disputar, jugando contra Nadal en la Manolo Santana del torneo de Madrid. Fue solo el aperitivo de unos meses magistrales. Alcaraz pasó la previa de Roland Garros, llegó hasta tercera ronda, mejorando los registros de Djokovic y Federer en sus estrenos en Grand Slam, y en Wimbledon ganó su primer partido a cinco sets.

En Umag, Croacia, dos semanas después de la hierba de Londres, ganó su primer título ATP. El más joven en conseguirlo en trece años. Su progresión ya no tenía barrera. Previa superada en Cincinnati, terceras semifinales del curso en Winston Salem y pelotazo en el US Open, donde venció a su primer top 3, Stefanos Tsitsipas y escaló hasta los cuartos de final. El más joven en conseguirlo desde 1963.

Se metió entre los 50 mejores del mundo y coronó el año ganando las Next Gen Finals de Milán, certificando su estatus como mejor joven a sus apenas 18 años. Para 2022 ya se pone entre ceja y ceja meterse entre los 15 primeros del ránking y disputar a finales de año la Copa de Maestros.