Nadal se querella contra Bachelot

Asistido por el abogado Patrick Maisonneuve, Nadal solicita «el máximo respeto» al procedimiento judicial y expresa su «máxima confianza en la Justicia francesa», a la vez que afirma que no volverá a realizar ningun tipo de declaración o manifestación sobre su decisión de actuar por la vía penal contra Bachelot. «Sabemos que la famosa lesión de Nadal, cuando estuvo parado siete meses, se debe sin duda a un positivo. Cuando un jugador de tenis se para durante meses, es porque ha dado positivo. No siempre, pero muy a menudo», se le ocurrió decir a Bachelot en un progama de la televisión de su país, donde ahora ejerce como tertuliana. «La voy a demandar. A ella, y a todo aquel al que se le ocurra decir algo por el estilo en mi contra. Ese comentario va a ser el último», garantizó el jugador balear, que ha decidido responder en los tribunales a las insinuaciones sin pruebas «de una persona que debería ser seria, ministra de un gran país como Francia».

Harto de ser acusado de doparse, Nadal anunció el 14 de marzo que se querellaría contra quien fue ministra Deportes de su país, entre 2007 y 2010, durante el Gobierno de Nicolas Sarkozy. Lejos de arrepetirse de sus explosivas declaraciones realizadas el 10 de marzo, Roselyne Bachelot se mostró al día siguiente incluso irónica, antes que el tenista anunciase su intención de demandarla. «Me siento halagada por el interés mostrado por el señor Nadal. Yo simplemente me hice eco de comentarios largamente extendidos en el mundo del tenis y de la prensa. En periódicos como L'Equipe o Le Monde (condenado a pagar al Real Madrid y al Barça por implicarlos en la 'operación Puerto'), en personajes como Yannick Noah que hablaron acerca de esas acusaciones de dopaje... Hay jugadores que han denunciado estas prácticas que se utilizan ampliamente, y el jugador Kollerer, y otros, declararon: 'Es imposible que Nadal y Ferrer no se hayan dopado'», se justificó entonces la exministra francesa.

«Imbécil»

Bachelot fue calificada de «imbécil» por el tío y entrenador del jugador balear, Toni Nadal, y el exnúmero uno del mundo encontró el respaldo unánime de autoridades políticas y deportivas, compañeros y periodistas. «Agradezco de manera personal a todos los medios de comunicación el trato que siempre han tenido conmigo como persona y como deportista durante toda mi carrera», destacó este lunes Nadal a través del comunicado firmado en Manacor y remitido por su jefe de prensa, Benito Pérez-Barbadillo. La interposición de la querella se produjo en la capital francesa el día después de que el actual número cinco del mundo conquistase, tras su noveno Masters 1.000 de Montecarlo, también su noveno Conde de Godó para igualar los 49 títulos del argentino Guillermo Vilas en tierra batida. Así, superada la ansiedad y con la moral relanzada, Nadal vuelve a presentar su candidatura al título de Roland Garros, para reinar de nuevo en un país en el que no se ha dejado de insistir en que el mejor deportista español de todos los tiempos ha recurrido o recurre a productos dopantes.

Nadal ha sido señalado públicamente durante el último lustro por el extenista francés Yannick Noah, que en 2011, en un artículo en el diario Le Monde, acusó a los deportistas españoles de recurrir a un «pócima mágica»; por los guiñoles de Canal Plus Francia, que en 2012 le atacaron a él y a Alberto Contador, entre otros; y por el extenista austríaco Daniel Kollerer, que en 2013 acusó directamente al manacorense de dopaje. Ese mismo año surgieron aún más dudas con Nadal cuando el doctor Eufemiano Fuentes reveló durante el juicio de la 'operación Puerto' que entre sus clientes no sólo figuraban ciclistas, sino también tenistas, futbolistas y boxeadores. Incluso el extenista belga Christophe Rochus aseguró hace dos años que durante final del Open de Australia de 2014 Nadal «fue al vestuario a ponerse una inyección». A ninguno de ellos demandó por difamación Nadal porque considera que «no eran gente seria». «Ahora espero que la justicia tome las medidas necesarias», comentó el mes pasado desde Indian Wells en referencia al 'caso Bachelot', insistiendo en su «honestinad» y «limpieza».