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Apenas un día después de la comparecencia conjunta de Peio Etxeberria y José Javier Zabaleta ante los medios de comunicación con su triunfo en el torneo de Parejas como tema de conversación, Aspe, su empresa, sorprendía con un cambio de última hora en el Manomanista. ... Peio Etxeberria se queda fuera y Zabaleta entra horas antes del sorteo de esta ronda, previsto para esta mañana de miércoles.
«Aspe ha decidido que Zabaleta dispute los octavos de final del mano a mano en Zumaia», dice escuetamente la empresa eibarresa en su página web. «La falta de tiempo para hacer previas del Manomanista ha llevado a Aspe a tomar la decisión de que José Javier Zabaleta dispute el partido de octavos en Zumaia», añade.
El cambio sorprende. A diferencia de Baiko, Aspe no ha enfrentado a sus pelotaris para decidir quiénes entraban en octavos de final. Peña y Bakaikoa se lo han ganado en la cancha y Urrutikoetxea, a pesar de perder en la previa, ha sido rescatado, por la renuncia de Jon Mariezkurrena. Aspe ha programado a Javier Zabala en San Sebastián, el viernes, y ahora a Zabaleta, en Zumaia, el domingo. El zaguero de Etxarren iba a estar de todas formas en este festival, pero como integrante de un partido de parejas en el que iba a formar con Elordi para medirse a Altuna y Martija.
«Hace mes y medio la empresa me consultó si tenía intención de disputar el Manomanista. Supongo que es la misma pregunta que hicieron al resto de pelotaris de la empresa. Contesté que me gustaría jugar y tener la oportunidad, como los demás compañeros», explica Zabaleta en El Diario Vasco.
La irrupción de Zabala ha alterado los planes. Todo ha sido muy rápido en los últimos meses y esa carrera al esprint alcanzó la meta cuando Fernando Vidarte llamó al logroñés para extenderle un contrato hasta el año 2028, Más tiempo, más dinero y más oportunidades. Manomanista y Parejas.
El sorteo es esta misma mañana (y no ayer como anotábamos por error). Altuna, Elordi, Ezkurdia y el riojano Darío Gómez no entran en él porque se suman a la competición como cabezas de serie en la liguilla de cuartos de final. En el primer bombo estarán Jaka, Peña, Urrutikoetxea y Bakaikoa; en el segundo, Laso, Artola, Zabala y Zabaleta. La promotora bilbaína se garantiza dos pelotaris, como mínimo en la liguilla de semifinales, cifra que puede llegar a cuatro si Zabala y Zabaleta pierden sus respectivos partidos.
El curriculum de José Javier Zabaleta ha crecido de forma importante durante las últimas temporadas. El domingo sumó su quinta chapela del Parejas en las seis finales que ha jugado y se convirtió en el primer pelotari en la historia en contar con semejantes registros. Iguala a Antxon Maiz, Julián Retegui y Juan Martínez de Irujo, pero ellos necesitaron un choque cumbre más para alcanzar este número de títulos. Zabaleta ha entrado en la historia. Ahora se embarca, de nuevo, en el Manomanista.
Por si esto fuera poco, ha recogido su cosecha con otros tantos delanteros diferentes en sus trece temporadas como profesional. Lejos queda ya aquel primer triunfo con Juan Martínez de Irujo en el frontón Bizkaia en 2013 cuando el de Ibero era el que llevaba los galones, en un encuentro de triste recuerdo por la rotura del tendón de Aquiles de Pablo Berasaluze. Ahora los lleva él.
Necesitó cinco años para volver a conseguir la segunda con Ezkurdia, y uno más tarde sufrió la única derrota hasta el momento, junto a Irribarria. Los dos mayores pegadores del momento no cuajaron aquella tarde. Consiguió resarcirse junto a Elezkano II en 2021 y el año pasado junto a Elordi conquistó la cuarta. Esta vez ha sido con Peio Etxeberria tirando del prestigio que se ha ganado y que ratifica su estatus como el mejor zaguero actual.
Y ha sido precisamente en las últimas temporadas donde el guardaespaldas de Etxarren ha pulido su juego para ser el más completo. Ha encontrado un preparador físico en el que confía plenamente y que le ha permitido mejorar su físico para cubrir más cancha y terminar más entero los encuentros. El trabajo en el frontón con Jokin Etxaniz para que su zurda ganara en consistencia ha hecho el resto. Todas esas mejoras también han tenido bastante repercusión en su confianza y le han permitido ser un zaguero mucho más estable.
A sus 33 años, Zabaleta atraviesa por su mejor momento. Además de ser el pegador que sigue asombrando porque su golpe no pierde fuerza, también ha sabido adaptarse y contribuir a que los más jóvenes comiencen a asomar la cabeza. Todo en el torneo más complicado de gestionar por sus cuatro meses de duración y el único escaparate para los zagueros.
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