Javier Zabala ganó. Era lo que necesitaba, vencer. Lo hizo junto a Arkaitz Eskuza en San Sebastián por 22-13 sobre Egiguren y Bikuña. Primera victoria del riojano y del alavés en el Parejas B y, sobre todo, buena finalización del logroñés cerca del frontis, ... ayudado por su zaguero, que ofreció soberbios pelotazos y mantuvo a Bikuña por detrás del siete. Zabala pasa página.
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Zabala-Eskuza
22
-
13
Egiguren-Bikuña
Duración: 59 minutos
Pelotazos: 527
Saques: Zabala, 0; Egiguren, 1
Faltas: Zabala, 0; Egiguren, 0
Ganados: Zabala, 14; Ezkuza, 3; Egiguren, 5; Bikuña, 1
Perdidos: Zabala, 2; Ezkuza, 4; Egiguren, 2; Bikuña, 3
Marcador: 3-0, 3-1, 4-1, 4-2, 5-2, 5-4, 11-4, 11-5, 13-5, 13-6, 15-6, 15-7, 19-7, 19-11, 20-11, 20-13 y 22-13
Incidencias: Frontón Atano de San Sebastián. Media entrada.
«El otro día me faltó fuerza mental para ayudar a mi compañero, pero hoy me he sentido a gusto. Había que dar la talla y ahora hay que pensar en ir a por el campeonato», admitía Zabala al acabar el partido en el micrófono de ETB. El marcador y el juego reflejan ese cambio de estado mental en el logroñés. Sumó catorce tantos, ocho de ellos de aire, alterando el destino de la finalización y aprovechando mucho la anchura de la cancha para superar a Egiguren por su derecha.
El partido no pudo empezar mejor para el riojano y el alavés, que rápidamente tomaron una renta de 5-2. Mostraba acierto Zabala en esos primeros compases, aunque un par errores propios y dos aciertos del rival llevaron el partido al momento más igualado, 5-4. Ezkuza no daba en ese momento longitud a sus pelotazos, pero si mucha dirección. Bikuña se anotó su segundo y tercer fallos y abrió un parcial de 0-7 que tuvo también la firma de Zabala, con tres tantos. dos de ellos al ancho. Dominaba cerca del frontis y llevaba a Egiguren a pensar solo en defenderse. Un pelotazo de Eskuza completaba el parcial.
Mandaban riojano y vasco. Zabala daba velocidad a la esférica, pero sobre todo ni se precipitaba ni se desesperaba, ni siquiera cuando no ganaba con el gancho, pero sí acto seguido con la volea, como ocurrió en el decimocuarto. El partido se iba a romper por completo al alcanzar el 19-7. Zabala mantenía el ritmo. Soberbia acción con dos aperturas al ancho, la segunda meciendo la pelota, para alcanzar el tanto diecisiete. Antes había sumado con la volea y después, y tras un pelotazo de Eskuza, había llegado al 19 con un pelotazo que completó el tanto en el que su compañero había dibujado una dejada a la que Egiguren llegó cuando nadie pensaba que podía hacerlo.
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Como había ocurrido un día antes, pero en Pamplona y con Darío, el partido estaba hecho. Faltaban tres tantos y tenían doce de renta. Suficiente para que Egiguren intentase reinvidicarse con cuatro remates, pero solo era la traca final, nada más. Llegó el partido al 20-13 y lo cerró el mejor de los cuatro con una nueva volea ganadora y una carambola, la primera. Como dice Zabala, hay que ir al por el campeonato. Argumentos tienen.
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