Zabala da el paso y llega a la final

«Sé que Oier y yo vamos a hacer grandes cosas juntos», explicaba el delantero semanas atrás, cuando se enfrentaba al 'play off' de acceso a semifinales. La fase regular no había ido como ambos hubieran esperado, con siete triunfos en catorce jornadas. Ahora bien, los torneos están repletos de momentos y el del riojano y el vizcaíno llegó el viernes por la noche. Uno más. Salaberria y Erostarbe habían concluido la primera fase como la mejor pareja, con once triunfos y ya no están. Era otro momento.

«Todo el mundo quiere ganar y en un partido como éste (por el del viernes) hay que darle muchas veces a la pelota y tener un buen físico. Confiábamos en que ellos bajasen el ritmo con el paso de los minutos y, además, Oier ha estado una vez más de diez», explicaba Zabala, que sumó once tantos y cometió cuatro errores, mientras que su compañero no aportó puntos, pero sí juego y no cometió ni un solo error. Salaberria y Erostarbe entregaron diez pelotas, muchas, sobre todo en la recta final del compromiso. De los últimos siete tantos que lograron los ganadores, seis llegaron por fallos de sus adversarios.

Ambas parejas llegaban a este partido con una diferencia anímica importante: Salaberria y Erostarbe habían ganado sus dos partidos de la primera fase. Una espina clavada en la mente de Zabala y Etxebarria. El enfrentamiento en sí tuvo dos partes muy diferenciadas. De inicio, el logroñés y su compañero se adelantaron en el marcador (3-1). Salaberria tiene la virtud de convertir su defensa en ataque y sumó los tantos suficientes para ponerse por delante (3-4) y para romper el equilibrio (5-8). Zabala le dio metros para rematar y su rival lo aprovechó. Además, si el riojano se abría al ancho, el de Goizueta aprovechaba la pared para acabar el tanto.

La primera mitad del partido, hasta el 8-12 con el que ambas parejas se tomaron un descanso, resultó ser un querer y no poder para el riojano y su compañero. Cometían demasiados errores (los cuatro que firmó la pareja) y, además, sus rivales estaban acertados.

El descanso no sentó bien a Salaberria y Erostarbe, que encajaron cinco tantos y se vieron por detrás en el marcador. Zabala definía y Erostarbe, pieza fundamental en el equilibrio, comenzaba a errar. «Hemos buscado el dos contra uno para tener pelota que rematar», admitía Zabala. Fue el primer aviso de lo que podían hacer el logroñés y el vizcaíno, que tuvo su confirmación poco después.

Un fallo de Erostarbe propició el empate a a 14 tantos después de verse regazados 8-13 en el marcador. Zabala firmó el décimo quinto de sotamano para ponerse delante (15-14) y otro error de Erosbarte dio fuerza al giro (16-14) hasta romper la igualdad: 20-16. Los fallos perseguían a los azules, que del 16-15 y todo un partido por decidir pasaron al definitivo 22-16 después de que Zabala sumase un trabajado punto, pero sobre todo alimentado con los cinco errores que cometieron los perdedores, incluido el último punto. Errores que, no obstante, no empañan la solidez de Etxeberria y el acierto rematador de Zabala.