Zabala ofrece una exhibición en Pamplona

«Quiero demostrar lo que llevo dentro», decía Zabala nada más concluir el enfrentamiento. Sabe lo que cuesta llegar arriba en este deporte, pero no solo está dispuesto a alcanzar la cima, sino a ser el «protagonista» de cada partido, como explicaba en Pamplona.

Si alguien no conocía la mano izquierda de Zabala, ya se ha enamorado de ella. Es soberbia y, además, como la cabeza del pelotari, ha madurado. Elige mucho mejor los momentos, no se evade el partido con tanta facilidad y no invade a su zaguero. Su exhibición comenzó con un pelotazo con la zurda que superó a Imaz en el seis y concluyó ganando el tanto veintidós a Artola al cruzar la pelota cerca del frontis. Dos detalles de su juego, a las que añadió tres saques para sumar, en total, catorce, como hace seis días en San Sebastián.

Zabala marcó el ritmo desde el inicio. Firmó los cinco primeros tantos superando a Imaz, al que amargó la tarde y le llevó a estar más pendiente del rebote que del frontis. Su sexto tanto lo alcanzó con el saque. Los aficionados se frotaban los ojos en las gradas de pie. No era un partido para estar sentado. Ese inicio espectacular dio paso, sin embargo, a un momento en el que dos tantos de saque de Artola y tres errores resetearon el marcador, 5-6, pero Zabala estaba dispuesto a dejar su sello. Un pelotazo frenó el ascenso de los de Baiko. Le dio continuidad con una dejada y Martija le secundó con su primer tanto ganador. El navarro cuajó un gran partido, poniendo la pelota larga y buscando la pared lateral. Nada que ver este Martija con el de inicio de campeonato. Zabala añadió sus dos últimos tantos de saque y el marcador volvió a escorarse hacia el azul, 5-11.La superioridad no solo era notable, sino que Artola e Imaz no sabían qué hacer para bajar de los cielos al riojano.

El partido estaba definitivamente roto a pesar de la rocosidad de la pareja de Baiko. Artola forzaba su golpe y comenzó a incurrir en el fallo. Zabala seguía a lo suyo. Pelotazos que aprisionaban a Imaz contra el rebote o voleas cerca del frontis. Le daba igual, porque todo o casi todo le salía bien. La desesperación del zaguero de Baiko quedó palpable en el 8-18, al ver venir la pelota hacia el rebote y no hacer gesto para entrar. «Qué le de otro», debió pensar Imaz, un profesional con mayúsculas.

El paso por vestuarios solo fue un alivio mental, una evasión puntual de un escenario que no era favorable. Nada a cambió a su regreso a la cancha, salvo maquillar ligeramente el marcador. Artola incurrió en dos errores más antes de que cerrase el partido con una apertura a bote soberbia al ancho que dejó petrificado a Artola y con una cruzada que le superó junto a la pared. Séptimo punto para Altuna, porque el amezquetarra es el titular y está anunciado el martes en Tolosa, y Martija.