Zabala, finalista del Parejas de Promoción

Las cuentas eran sencillas: quien ganase el partido se clasificaba para la final ya que ambos llegaban al mismo con una victoria en sus dos anteriores compromisos de semifinales. Encuentro largo, que se extendió por una apagón eléctrico y que ofertó a los aficionados un sinfín de intercambio de pelotazos, muchos de ellos imprecisos, y una tacada final muy rápida que se cerró con un parcial de 0-7 a favor de los ganadores.

El 1-0 fue la única ventaja de la que gozaron Bakaikoa y Morgaetxebarria porque con tres tantos consecutivos el riojano y el navarro tomaron el mando y ya no lo soltaron.

Se movía el duelo en tímidas ventajas, 1-3, 2-6, 5-9 y 6-10, pero sin llegar a romper el equilibrio. Zabala y Gaskue aportaban más, pero los errores del zaguero alimentaban a sus adversarios a pesar de dominar en el pelotazo al de Baiko. Cinco errores, todos los que cometió, en la primera mitad del compromiso.

Sin apenas arriesgar, el partido se estabilizó en 9-10 tras tres fallos consecutivos del navarro. Sin embargo, el compromiso se encaminaba hacia su cambio más absoluto. Un error de Morgaetxebarria, un pelotazo de Gaskue y dos ganchos del riojano abrieron la brecha hasta los cinco tantos, 9-14, si bien la pareja de Baiko quiso reaccionar, pero sin la intensidad y juegos necesarios.

Bakaikoa puso el 13-15 en el electrónico y ahí se acabó todo. Zabala, que sumó trece tantos y cometió un único error, y Gaskue ya no concedieron nada más. El riojano ganaba el tanto con mayor facilidad, cuatro en esa tacada final, y Morgaetxebarria fallaba en exceso, quizá acusando el largo intercambio de golpes. Zabala besaba en la cabeza a Gaskue, que no podía controlar la amplitud de su sonrisa. Ahora toca lo más importante, ganarán la final, porque las finales no se juegan, se ganan.