Zabala y Ezkurdia aspiran a seguir vivos

Zabala causó mejor impresión en el primer partido de cuartos de final que su rival de hoy. Solo son eso, sensaciones. Pero a estas alturas hay que aferrarse a cualquier dato favorable para reforzar la moral que, por otro lado, a Zabala le sobra por la inercia de los últimos meses. En el caso de vencer, el riojano se jugará el paso a las semifinales ante Artola.

El de hoy es uno de esos encuentros que reflejan el cambio generacional en los frontones. Ezkurdia debutó en diciembre del año 2011. Zabala en el 2019. Su mayor logro en el torneo reina de la pelota, el Manomanista, fue llegar a la final de la edición de 2022. No hubo historia. Laso no le dio opción (22-7). No atraviesa su mejor momento el delantero navarro, y así lo ha reconocido tras caer en la primera jornada: «Ante Artola jugué con muchas dudas, no fui nada agresivo y no ataqué la pelota con decisión. Le he dado muchas vueltas durante la semana. Si pierdo, que no pierda yo, que me ganen. No puedo estar a la espera de que el rival falle».

El mundo de Javier Zabala es otro, es de colores. El riojano está disfrutando de su primer torneo mayor y, aunque en su estreno perdió ante el campeón Elordi (22-20), dejó un sabor agradable en el paladar de los aficionados. Este Rioja tiene pinta de que va a evolucionar bien en barrica. «Estoy bien anímicamente, no perdí contra cualquiera. Era el campeón y uno de los dos tenía que ganar el punto», resumía Zabala su partido contra Elordi.

Hoy le toca mover a Ezkurdia para que nunca se sienta cómodo en el Labrit. Zabala está mejor físicamente, es más joven y viene en una trayectoria ascendente difícil de parar. Esto es pelota y puede pasar cualquier cosa. Pero la realidad es la que es.

«Tengo que quitarle la volea, es un peligro. Buscarle por abajo y tocar pared izquierda, que el otro día no lo hice tanto. Y cuando tenga oportunidad, ir a por el remate». Estos son los planes del riojano, que el día de elección de material deslizó una velada queja al material, aunque dejó claro que no hay excusas:«Buscaba alguna pelota más viva, no me voy a quejar, pero la verdad que esperaba algo más de material».