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Apenas han transcurrido dos semanas y San Mateo sigue presente en las retinas de los aficionados a la pelota. Víctor y Rezusta se alzaron con el título de la feria logroñesa poniendo fin a un verano de trajín y abriendo las puertas de las competiciones ... oficiales. Eso ocurre todos los años. Lo que no es tan habitual es que se reabran las puertas del Javier Adarraga (17.00 horas, ETB1) con un festival impulsado por Asegarce y con el que se quiere recuperar el impulso festivo y devolver a Logroño al sitio que se merece, aunque eso, como siempre, dependerá de la presencia del público.
No hay excusas en lo puramente competitivo. Víctor vuelve a las canchas con una obligación: ganar. El Campeonato del Cuatro y Medio no permite despistes. Para estar entre los grandes, es necesario no fallar. Y la liguilla de cuartos de final, que garantiza tres partidos de altísimo nivel, está a la vuelta de un partido, el de esta tarde ante Jaka. El vencedor sabe que en las próximas tres semanas se las tendrá que ver con Elezkano II, Olaizola y Bengoetxea. Un reto pero también un trampolín para las aspiraciones de dos delanteros jóvenes que buscan su botín.
Jaka se ganó su sitio el pasado año, borrando de la cancha a Darío en la final. Ha progresado mucho y es un puntillero respetado y que ha rayado a gran altura durante muchos meses de esta temporada. Tiene mucho hambre de victoria porque escalar el acantilado entre Segunda y Primera es una tarea ardua y que desgasta casi tanto como afianzarse en la cima.
Víctor, por su parte, está un peldaño más arriba en la escalera, pero sabe que el saque de Jaka y su capacidad de remate le pueden descabalgar de esa posición si no rinde al máximo. «Maneja muy bien el juego de aire y tiene muchas condiciones para acabar el tanto», aseguraba el pelaire tras la elección de material. «Tendré que tener mucho cuidado a la hora de restar porque él enseguida irá a terminar el tanto», insistía.
Además de controlar el choque, el cuatro y medio exige siempre una rehabituación, después de muchos meses jugando por parejas, y el que esté más fino y cometa menos errores tendrá buena parte del camino recorrido. Víctor no se siente presionado por el entorno ni por jugar en casa. «No me siento obligado a clasificarme para cuartos. Sí que me siento obligado a hacer un buen partido, dar la cara y disfrutar del Adarraga otra vez», indicaba.
Disfrutar él y hacer disfrutar a los espectadores que, con entradas entre 15 y 30 euros, asistirán primero a un duelo entre Arretxe II y Ladis Galarza ante Arteaga e Ibai Zabala. Y si gana el riojano y responde el público, por qué no pensar en un partido de cuartos. El futuro sólo se puede empezar a escribir hoy.
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