Víctor Esteban dejará la pelota profesional el 10 de agosto en Ezcaray

Han sido diez años de momentos buenos y malos. «Me quedo con lo positivo», aseguraba este miércoles Víctor a Diario LA RIOJA. Instantes como la final en Tolosa ante Irribarria en 2015 o la de San Mateo de 2021 junto a Zabaleta, los dos que destacó este miércoles Diego Bengoa, alcalde de Ezcaray, en el acto de presentación de la despedida de su vecino.

¿Y para el propio Víctor? Curiosamente, el de Ezcaray eligió un momento surgido de un mal trago. Lo que sucedió después de que Baiko decidiera prescindir de él en 2020. «Los pelotaris nos unimos para defendernos de algo que creíamos injusto y para mí, al margen de los partidos, es mi mejor recuerdo».

Seguramente, lo que suceda el próximo día 10 en el frontón San Lorenzo pasará a ocupar uno de los primeros puestos de esos recuerdos. Víctor vaticina que se emocionará, tal y como sucedió este miércoles cuando leyó una carta en la que quiso dar las gracias a todos aquellos que le han acompañado en este camino: las empresas (Aspe y Asegarce), sus entrenadores, sus compañeros, su familia, sus amigos, su pueblo, el club de pelota de la localidad... Y no pudo evitar las lágrimas al hablar de Germán Lleyda y su novia, Marta. Del primero dijo: «No solo ha sido mi entrenador, sino también mi amigo, mi apoyo y mi mejor acompañante de viaje en estos años». De la segunda, afirmó: «Me ha ayudado a afrontar todas mis decisiones, respetándolas, apoyándolas y dándome siempre una perspectiva diferente».

El camino llega a su fin y el balance de esta década para el pelaire resulta «muy positivo». Y por muchos motivos. «No solo he tenido la suerte de poder vivir mi sueño, que es jugar a pelota, sino todo lo que eso ha conllevado: he aprendido muchas cosas, he conocido a mucha gente y ha sido una experiencia de diez años de la que saco muchas cosas positivas, tanto a nivel deportivo como personal», explicó.

Y es que se nota que al riojano le apasiona este deporte. Aunque no lo verbalizara, esa sensación se transmite, pero lo bueno es que además es capaz de poner palabras a esa pasión. «La suerte que he tenido es que siempre que me ponía la bolsa en el hombro y salía de casa iba con alegría al frontón; era y es lo que más me ha gustado hacer», sentenciaba emocionado.

Por eso resulta difícil ver un futuro sin que Víctor esté vinculado, de un modo u otro, a la pelota, a pesar de que su futuro profesional vaya dirigido ahora hacia la apicultura. «Quiero seguir con las mismas personas que hasta ahora; desde hace tiempo podía prever que iba a salir de la empresa (se le acaba el contrato en agosto) y lo voy a llevar bien, pero lo más difícil va a ser ese día a día sin poder compartir tiempo con esa gente», analizó. «Pero voy a seguir ligado al deporte, a la pelota, e intentaré mantener la cabeza ocupada en cosas que me entretengan», añadió. «Y estoy seguro de que el futuro también va a ser bueno», remató.

Y en ese futuro, lo más cercano es esa despedida del 10 de agosto en la que Víctor espera contar con el apoyo de la afición de Ezcaray y de la pelota en general. «Esperemos celebrar una fiesta que cierre esta etapa y que la gente pueda disfrutar tanto como he disfrutado yo», concluyó el pelaire.