Urrutikoetxea-Irribarria, con cara de ir al dentista

Si la cara es el espejo del alma, Urrutikoetxea e Irribarria salieron ayer a Vera de Bidasoa con miedo. Temor, desconfianza, inseguridad. Miradas huidizas, con el gesto de tener que ir al dentista sabiendo que se va a sufrir. Así no solo es difícil ganar un partido, sino encontrar buenas sensaciones.

Otra semana más, la combinación de delanteros campeones se queda sin sumar. Y van seis. Duro de asumir para ambos. Altuna e Imaz se llevaron el triunfo por solidez, por calidad y porque cuando a uno está de dulce, como es el caso del de Amézqueta, le sale todo. Y cuando uno tiene la negra, pues eso. A sufrir. Todos los tantos peleados caían para los azules. Los colorados fallaban, se desesperaban y volvían a fallar o a caer en las trampas de Altuna y un sólido Imaz. Las diferencias superiores a los cinco tantos aparecieron desde el 4-9 aunque se multiplicaron poco después, pasando del 6-11 al 6-16. A Urrutikoetxea e Irribarria se les notaba hasta cómo se les hinchaba la muela a extraer, el flemón doloroso. Un horror. Significativo fue el 10-20, con Altuna trabajando a destajo en defensa, los colorados siempre a punto de hacer el tanto pero, un pequeño error, y el genio de Amézqueta aparecía para ganar el tanto. Un dos paredes de billarista cerraba el choque.

Además, en el campo aficionado, el viernes el frontón Tenorio de Ezcaray vivió otro bonito festival. Ramón-Hernán y Sodupe-Andrea salieron ganadores de los dos primeros partidos. Martín y Petite II sufrieron ante Bobadilla-Garmendia (22-20) y los Hermanos Altuzarra doblegaron a Capellán II y Altuzarra II (22-17).