Undécimo mandamiento de la pelota: nunca descartes a Altuna III

Llegó a San Sebastián derrotado en la final del Campeonato de Parejas, donde rindió por debajo del nivel que se le exige. Cayó por un 22-7 doloroso e inesperado en la primera jornada de la liguilla de cuartos de final del Manomanista. Logró el pase para la semifinal con mucho sufrimiento la semana pasada ante Darío en el Astelena gracias a un apurado 22-19. No se le veía redondo y tenía enfrente a un Iñaki Artola lanzado gracias a una sucesión de cuatro victorias espléndidas ante las que el día de la elección de material el propio amezketarra optó por ceder el papel de favorito al rival.

Artola sí estaba al corriente del undécimo mandamiento. Sonrió ante las palabras del oponente 72 horas antes de la semifinal y ratificó sus impresiones tras caer en la semifinal. «Jokin siempre es favorito. Me ganó en el Cuatro y Medio, volvió a ganarme en el partido del Campeonato de Parejas que decidió una plaza en la final y ha vuelto a ganarme en el Manomanista. Está un peldaño por encima».

Como ya ha ocurrido otras veces, el mejor Altuna III emergió en esas complejas circunstancias. Nunca hay que dejar de confiar en una figura de tamaña naturaleza y con un gen competitivo fuera de lo común. En uno de los mejores escenarios posibles, en el frontón de los sueños infantiles tanto del amezketarra como del alegitarra, impartió una lección de mano a mano moderno para imponerse 22-10 y plantarse en su quinta final del Manomanista, segunda consecutiva. El domingo 2 de junio frente a Unai Laso en el Bizkaia de Bilbao, estará en disposición de llevar a casa una tercera chapela en esta competición tras las de 2018 y 2021.

No solo eso. Altuna III se ha clasificado para las finales de las tres competiciones oficiales de la presente temporada. Ganó a Peio Etxeberria la del Cuatro y Medio, perdió junto a Martija en la del Parejas y veremos qué sucede en la tercera, para la que su convincente actuación contra Artola le sitúa por lo menos a la altura de Laso e incluso puede devolverle la condición de favorito.

No es un año, sino una carrera. A sus 28 años, con mucha pelota por delante a nada que le respeten las lesiones, suma quince finales de Primera: ocho en la jaula, dos en el Parejas y cinco mano a mano en toda la cancha, modalidad que parecía prohibida para un pelotari de sus aptitudes cuando dio el salto a profesional. Inconformista, ha evolucionado a unos límites insospechados para convertirse en el referente de una generación en la que los aspirantes a desbancarle se suceden y relevan. Perdura uno.

Cortocircuitó a Artola

Altuna III cortocircuitó la derecha de Artola, quien apenas encontró oportunidades de conectar el sotamano o castigar atrás a bote. «Le he llevado a una situación en la que no había estado todavía en el presente Manomanista», analizó el amezketarra. Le ayudó el saque en esa labor. Ya le había dado dos tantos directos para el 4-0. Después llegarían tres más por esa vía, incluido el ejecutado al ancho en el 8-2, precioso y sorprendente.

Reconoce Artola que «en el mano a mano importa más imponer tú el ritmo que tener al contrario atrás. Jokin lo hace eso de una manera distinta a los demás. Te juega a los pies. No pega tanto a bote, pero con la zurda de aire sí, de costado con la derecha también... He bailado al son de la música que ha puesto Altuna».

Trajo la partitura aprendida de casa y la interpretó como pocos son capaces.