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Expectación y una pizca de nervios. A poco más de 72 horas para la final del Campeonato de Parejas, los cuatro pretendientes al título se vieron ayer las caras en el recinto de Miribilla. Será la última visita al frontón Bizkaia antes del encuentro ... del domingo.
Era el momento de mirar al cestaño, escoger y elaborar la mejor estrategia para eludir la presión. Y también de una novedad: los pelotaris pasaron un control antidopaje por sorpresa por orden del Gobierno Vasco. No hubo problemas.
La elección de material la resolvieron con bastante premura. Seis pelotas separadas (las de Elezkano y Rezusta arrojaron unos pesos de 105,1, 104,9 y 105,6 gramos; las de Irribarria y Zabaleta, de 106,7, 106,4 y 105,5 gramos) y ninguna polémica. «Las seis pelotas son bastantes parecidas. No había mucha diferencia, así que contentos y a ver qué partido sale», sintetizaba José Javier Zabaleta. «No tienen ni excesiva salida de frontis ni mucha por el suelo. Cada uno ha elegido una pelota más rápida, pero no hay mucha diferencia», recalcaba el zaguero de Echarren.
Danel Elezkano | Delantero de Aspe
Beñat Rezusta | Zaguero de Aspe
Iker Irribarria | Delantero de Aspe
José Javier Zabaleta | Zaguero de Aspe
Tras cumplir con el ritual del cestaño, tocaba otro, el de ceder el favoritismo. Las apuestas corren a favor de Irribarria y Zabaleta. «Son una pareja muy fuerte, ambos son capaces de cambiar la dinámica de un tanto con un solo pelotazo, pero si jugamos a nuestro nivel tendremos opciones», aseguraba Elezkano. «Si estoy todo el rato en el ocho o el nueve, bastante tengo con defenderme y defendiendo solo no vamos a ganar. Habrá que intentar crear oportunidades y aprovecharlas», apuntaba su compañero Rezusta.
«Si queremos tener alguna opción debemos aprovechar nuestras oportunidades y entrar en ataque», insistía Elezkano.
Para Irribarria, la presión «viene de fuera». «Si el domingo no hacemos nuestro juego, no vamos a poder ganar. Lo de favoritos es cosa de los cuatro», sentenciaba el de Arama. Eso sí, sin poder olvidar el espectacular momento de forma de su pareja, que acumula cinco victorias contundentes consecutivas: «Siempre te da confianza. Hace tres semanas jugamos un buen partido, pero no creo que sea referente. Lo importante son las sensaciones y llegamos bien, sin dolores».
Para su compañero, José Javier Zabaleta, la clave pasará por dominar a sus adversarios. «Ellos forman una pareja pegadora y nosotros, también. Tenemos que intentar sumar el golpe de los dos y a ver si podemos dominar a Beñat y tener opciones adelante», aseguraba ayer en Bilbao.
Su rival en la zaga, Beñat Rezusta, mientras, se veía obligado a echar la vista atrás, pero no a las últimas semanas, sino a la final del 2018 que se le escapó junto al mismo compañero con el que el domingo intentará subir a lo más alto del podio. «El año pasado anduve con dudas, llegué más justo con las manos al final del torneo y eso a la hora de entrenar se nota. No me quedé nada contento con lo que hice, pero este año no voy a intentar ganar por eso sino porque es otra final», resumía el de Vergara. «Este año no tengo molestias y por eso creo que llegamos mejor a la final», recalcaba.
A pesar de la confianza de Rezusta y de su regularidad, los colorados no serán favoritos el domingo. Los corredores cantarán 100 a 80 a favor de Irribarria y Zabaleta, mientras que el dinero de salida para colorados será de 60 a 100 o, incluso, se podría llegar a doble sencillo.
También las casas de apuestas se decantan por el de Arama y el de Echarren. La expectación es total y apenas restan un puñado de entradas para que se complete el aforo del frontón Bizkaia.
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