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j. l.
Domingo, 25 de septiembre 2022, 22:43
Jokin Altuna también es un pelotari camaleónico. Posee la capacidad de adaptarse al medio. Estudia los partidos, lee lo que ocurre sobre la cancha en cada momento y actúa en consecuencia. Si es día para atacar, inventa remates. Si es tarde para defender, acelera las ... piernas e intensifica el sentido de la anticipación. Si es noche para trabajar, suda como el mayor currante.
Ganar a Jon Mariezkurrena ha sido tarea poco menos que imposible a lo largo de este verano, lo que no amedrentó al amezketarra a pesar de que ya chocó contra el de Berriozar en la final de San Fermín. Zabaleta se le cruzó en el camino en La Blanca y una lesión muscular le impidió tomar parte en los torneos de Bilbao y Donostia. Dentro de la clásica gira por las capitales recuperada este año tras el paréntesis de la pandemia, Logroño era la última oportunidad para llevarse uno de los torneos grandes de 2022. Ha puesto una pica en el Adarraga, en una misión complicada, no imposible.
No la dejó escapar. Altuna III recupera con Martija un torneo que conquistó por primera vez en 2015 al lado de Merino II. Después había perdido tres finales en 2016, 2018 y 2019. Pero su idilio con la afición riojana continúa intacto.
«Sabíamos que había que trabajar para ganar este partido», reconoció el vigente campeón del Cuatro y Medio, designado además mejor pelotari del torneo. «Ha habido errores, sí, pero consecuencia de tantos largos y duros. Hemos ido a buscar eso». Ese plan exige confianza absoluta en el zaguero. La tiene Altuna III en su compañero. «Nos entendemos. Hemos funcionado bien en este apartado. En realidad, resulta fácil entenderse con Martija porque es muy pelotari».
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