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No pudo ser. La aventura de Zabala en el Manomanista se acabó. Laso fue mejor. El riojano estuvo en partido hasta el ecuador de la cita en el Labrit, pero se le hizo muy larga la segunda parte. 22-12 para el de Baiko que ... se clasifica para la final. Un merecido premio a un año de penurias, quirófanos y recuperación.
No comenzaron bien las cosas para Zabala. No ganó el sorteo y eso penalizó porque Laso se aupó en el marcador 4-0 tirando de la jugada inicial. Tres saques y un tanto dominando y obligando al riojano a fallar en pared. Pero fue el propio Laso el que le abrió la puerta a Zabala con dos errores evitables (4-1 y 5-2).
Zabala no presionaba con la derecha y Laso dominaba el tanto. Fue con el 6-3 cuando Zabala encontró la fórmula que le podía llevar a la final: mover a Laso. Parada al rincón, pelota al ancho y acabar a pelota entregada. Volvió a obligar el riojano a Laso que no encontró el verde del frontis. 6-4, Zabala volvía a creer.
Pero en la pelota, si tienes para atacar ni lo haces, te ataca el rival. Lo experimentó en sus carnes el de Aspe en el tanto siguiente. Y volvió a estar a merced de Laso con el saque. El marcador 8-4.
Había una puerta abierta. Laso no estaba fino. No terminaba de tener el instinto matador que se le exige a un finalista. Y el riojano lo podía aprovechar.
Sumó Zabala su primer saque y se quitó toda la rabia con un grito que se escuchó en Logroño. En el siguiente tanto apareció el Zabala de los últimos partidos, dos grandes zurdazos, moviendo a Laso para acabar con dejada al ancho (8-7). ¡Sí se puede!
Laso cortó el despegue del riojano obligándole a entregar pelota. Parada al rincón sin arriesgar. Y encadenó una dejada en el siguiente tanto que Zabala no respondió (10-7).
Tensión en el Labrit. Los pelotaris lo notan y Laso, con todo a favor para hacer tanto, dejó la pelota para que Zabala cambiara la inercia. Tanto para el riojano.
«Vamos con el saque», le dijo Etxaniz desde la silla. ¡Y vaya si fue! Primero un saque (10-9). Y más tarde saque-remate con un gancho. El Labrit en pie (10-10).
Un error deZabala y un acierto de Laso llevan el partido al primera descanso (12-10). Para entonces, el riojano ya tenía la izquierda reventada.
Laso volvió de la silla más centrado y abrió hueco en el electrónico, mandón desde el saque. Y tampoco suerte Zabala que estrelló un gran zurdazo en el fleje superior (15-10). Sentó Etxaniz al riojano para detener la sangría.
No lo consiguió. El que regresó a la cancha tras el descanso era el mejor Laso. Movió al riojano como quiso y rompió el partido (17-10) con un dos paredes a un dedo de la chapa muy aplaudido.
A música celestial le sonó a Zabala la chapa tras una volea de Laso (17-11). Aunque en el siguiente tanto volvió a obligar a Zabala en una defensa casi imposible. 18-11 y segundo descanso televisivo.
No dejó Laso que se escapara la victoria (22-12). A Zabala se le hizo largo el tramo final del partido. Era consciente de que se escapaba su oportunidad y no podía hacer más. El lenguaje gestual era muy claro. Laso espera hoy conocer a su rival en la gran final. Zabala, paladear todo lo que está viviendo. Ahí afuera hace mucho frío.
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