Cuando La Rioja dio el pelotazo en Barcelona'92

Hace tres décadas. Era 1992. En España gobernaba Felipe González, el mundo miraba a la guerra de Bosnia y los pagos se hacían en pesetas. Se inauguraba el AVE y dos mascotas, Curro y Cobi, protagonizaban los eventos más relevantes del año: la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona. En esa segunda cita, allá por el mes de agosto, cinco riojanos escribían una de las páginas más importantes del deporte de la región al lograr cinco metales, cuatro oros y una plata, en pelota, disciplina que llegó a los Juegos como deporte de exhibición.

Los hermanos García, Daniel y Juan Pablo, Ricardo Garrido, José Ángel Balanza 'Gorostiza' y el ya fallecido Jesús Ruiz Bastida fueron los protagonistas de esta historia. Los cuatro primeros se alzaron con el primer puesto en tierras catalanas y Ruiz Bastida se conformó con una meritoria plata en trinquete. Ahora, treinta años después, los cuatro campeones olímpicos recuerdan para Diario LA RIOJA esa experiencia y cómo ha cambiado sus vidas en estos últimos treinta años.

La de Barcelona fue la cuarta ocasión en la que la pelota se colaba en el programa olímpico. Lo había hecho antes en dos ocasiones en París (1900 y 1924) y en México (1968). Daniel García llegó a la cita con 31 años, como delantero del equipo de pala corta. «Nunca había soñado con ser olímpico y lo conseguí con mucho esfuerzo porque el nivel de mi disciplina era muy alto y entrar como delantero de pala corta era dificilísimo», recuerda. Desde entonces hasta ahora, el logroñés asegura que su vida «en lo sustancial» ha cambiado poco más allá de que en el 92 acababa de abrir su despacho de abogados y hoy es director general de los Servicios Jurídicos del Gobierno de La Rioja.

Ahora, sin aspiraciones deportivas, que sí albergaba hace tres décadas, su meta es que su familia sea feliz. Eso sí, si echa la mirada atrás, recuerda con mucho cariño lo vivido en Barcelona. «Fue una vivencia extraordinaria y cada vez que la recuerdo se me pone la piel de gallina; lo tengo guardado como uno de los instantes más importantes de mi vida», resume.

Daniel, que conserva la medalla en su mesilla y la ve «todos los días», compartió la experiencia con su hermano Juan Pablo, quien por aquel entonces trabajaba en una caja de ahorros y ahora está prejubilado. Él logró la presea formando pareja con Insausti en paleta cuero y recuerda la importancia que tuvo el evento para este deporte. «A partir de los Juegos Olímpicos irrumpió la televisión y, sobre todo la pelota a mano goza de buena salud», apunta. «La herramienta, por el contrario, se ha debilitado un poco con respecto a hace 30 años; sigue habiendo actividad, pero con menos éxito», se lamenta.

Asegura que para él Barcelona siempre supondrá «un recuerdo extraordinario» y además ahora una de sus hijas vive allí. Visitarla le trae a la memoria instantes irrepetibles vividos allá junto a sus compañeros pelotaris y junto al resto de la delegación olímpica. «Disfruté de aquello de una manera excepcional y recuerdo que hicimos una gran piña entre todos los deportistas españoles», rememora el pequeño de los García.

La pareja de Daniel en el frontón era el arnedano Ricardo Garrido, quien sigue trabajando en el mismo sector que hace treinta años, el del calzado. El riojabajeño recuerda cómo era aquel joven que se enfrentaba a los Juegos Olímpicos, la cita más importante del deporte mundial. «Era un chico que estaba metido en el mundo del deporte primero como aficionado y después con la esperanza de llegar a profesional», explica. «Pasado el tiempo, logré mis objetivos y ahora vivo el deporte de otra manera muy diferente, para disfrutarlo y sin los agobios de prepararte a conciencia para una competición», apostilla.

El arnedano cree que el mundo ha evolucionado mucho en los últimos 30 años, sobre todo en el terreno tecnológico, aunque ahora hay que luchar contra elementos como la guerra o la pandemia. «Y el cambio climático, a ver qué mundo le dejamos a nuestros hijos», apunta. Echa la vista atrás y se considera «un privilegiado» por haber podido vivir unos Juegos Olímpicos desde dentro. «Es algo que está al alcance de muy pocos», destaca. Al recordar el éxito logrado en Barcelona, se acuerda de «todas las personas» que le apoyaron en aquellos momentos y, para no olvidarse de lo vivido, guarda la medalla en una vitrina de su salón. Aquellos Juegos Olímpicos y aquel triunfo permanecerán siempre en su mente.

Lo mismo le sucede a Gorostiza, quien formaba parte del equipo de mano parejas. No jugó la final, pero el éxito es el mismo y supuso uno de los primeros de una larga trayectoria ligada a la pelota, primero como jugador y ahora como intendente de la empresa Baiko. «Antes lo vivía desde dentro y disfrutaba de mis victorias y ahora lo veo desde fuera y disfruto con los triunfos de otros pelotaris», expone el de Huércanos, quien tiene claro que la pelota ha cambiado mucho de entonces a ahora. «Es el deporte autóctono que más ha cambiado», considera. «Los Juegos Olímpicos y la puesta en marcha de Asegarce le dieron un impulso tremendo, modernizaron la pelota», recalca.

Gorostiza recuerda que para él Barcelona'92 fue «el trampolín» para pasar al profesionalismo y asegura que la Ciudad Condal siempre será «especial» para todos los que vivieron la experiencia. «En su día, no le dimos la importancia que tenía a lo que vivimos, pero compartimos espacio con los mejores deportistas del mundo: Carl Lewis, Magic Johnson, Michael Jordan...», enumera antes de alabar la «idea» de José Antonio Samaranch, el que era presidente del COI, de no entregar el dinero destinado a los oros olímpicos, 50 millones de pesetas (300.000 euros actuales) hasta que tuvieran 50 años. «Pensó, con acierto, que un deportista iba a necesitar más ese dinero una vez que estuviese retirado», señala.

Por último, el riojano ve difícil que la pelota vuelva a ser deporte olímpico. «Para conseguirlo se debería reducir el número de modalidades para dejar las más significativas y, por otro lado, hacer que todas se puedan jugar en un mismo recinto», opina. De momento, tanto él como el resto de los riojanos que estuvieron en Barcelona'92 son los últimos que han logrado medallas en esa disciplina. Medallas para ellos. Medallas para La Rioja. Medallas que no se olvidan, aunque hayan pasado treinta años.

• Temas
• Barcelona '92
• Juegos Olímpicos
• Pelota