Retegi Bi y Aldave se alzan con el trofeo Bodegas Tarón

El triunfo no estuvo en discusión en ningún momento del partido. Retegi Bi y Aldave demostraron ser superiores en sus respectivas parcelas y como pareja. Además, se encontraron muy pronto con una interesante renta en el electrónico, 1-6, cimentada en tres errores de Elizalde y tres aciertos de Julen Retegi, el último de ellos de saque.

Aldave y Bergera mantuvieron un ágil intercambio de pelotazos, pero el primero fue creciendo con el paso de los minutos y cerró su relación de fallos en el tanto noveno. Cuatro eran suficientes. Cerca del frontis, Elizalde no rehuía el encuentro con Retegi Bi, pero careció de precisión y algunas pelotas ganadoras se le marcharon por muy poco, por lo que el tanto caía del lado azul. Ahora bien, una vez entonado sumó puntos importantes, pero ya en la recta final, cuando el partido estaba totalmente decantado en su contra. Su primer tanto ganador había puesto el 5-11 en el marcador, pero no tenía continuidad. Así, Retegi Bi y Aldave fueron distanciándose en el electrónico. El zaguero firmó el 6-13 con una espectacular bajada de la pelota. Manejaban bien la renta y iban sumando tantos en su camino hacia la victoria.

Elizalde buscó la reacción tras un error de Aldave, el último 9-16 y firmó dos buenos remates para poner la desventaja en seis tantos, 11-17. Ahí se acabó la suerte de los de rojo. Retegi Bi y Aldave enlazaron una tacada de cinco y tantos, dos de ellos propios, para alcanzar el cartón veintidós y certificar su título tras 52 minutos de juego.

El partido principal del festival tenía el atractivo de ver la pelea por el título, si bien el primero, el que abría, era muy interesante para el aficionado riojano, ya que sobre la cancha se citaban tres pelotaris de la tierra. Ganó uno y perdieron dos. Víctor e Iturriaga se impusieron a Prado y Merino II por 12-22.

El delantero pelaire fue el gran protagonista porque marcó el ritmo del enfrentamiento de principio a fin y, además, se vio rápidamente con un 5-0 favorable que le permitió jugar con calma. En sí, fue un encuentro de tacadas, por que de ese 0-5 se pasó a un 3-9, un 5-17, un 9-18, un 11-21 y un 12-22.

En ese escenario. Víctor castigo a Prado cerca del frontis y Merino, con pelotas largas, pero también creando desorden en ambos adversarios, que intercambiaron sus posiciones en más de una ocasión. Además, Prado llegaba al Adarraga después de un palizón, el del viernes, cuando firmaron el mismo enfrentamiento en Nájera y además el delantero jugó poco después en Baños de Rio Tobía, en las finales del torneo de verano. Tres partidos en apenas veinticuatro horas. Fue Merino II el que llevó el peso de la pareja de rojo. El zaguero de Villar firmó fantásticos pelotazos a la zaga, no dudo en bajar la pelota con acierto e incluso se enredó con Víctor cerca del frontis.