Puntería y defensa frente a frente

Por contra, Danel Elezkano es un delantero menos espectacular, pero muy efectivo y, sobre todo, un seguro de vida. El de Zarátamo ha aprendido a mecerse sobre las olas que levanta Rezusta y a tirar la caña cuando ve posibilidades de pescar. Apenas pierde pelotas y es capaz de jugar como los ángeles. La confianza y la fiabilidad son sus mejores armas.

Durante las diecisiete jornadas del Parejas, Irribarria se ha mostrado más certero que Elezkano. El de Arama acumula 144 tantos ganados, lo que supone una media de 8,5 por encuentro. Mientras, el puntillero vizcaíno ha llegado a 119, siete por noche.

La diferencia es notable, pero se contrarresta con la consistencia del vizcaíno. Cuarenta pelotas ha mandado al colchón superior, a las tablas o a la chapa Danel Elezkano. Poco más de dos errores en cada uno de los partidos del torneo. No puede decir lo mismo Irribarria, que suma 68. Tardes fatídicas ha tenido el guipuzcoano, con hasta siete y ocho errores. Elezkano no. Y en semifinales ha cerrado dos encuentros con sólo una mácula en el expediente. A tener en cuenta su seguridad en los momentos de tensión.

Gana también Irribarria en el saque, con 23 tantos ganados de golpe inicial, aunque por muy poco (20 de su rival). Esa diferencia de tres se iguala en las faltas, donde a Irribarria se le han ido cuatro saques durante el campeonato mientras que a Elezkano, solamente uno.

Tampoco hay demasiadas diferencias en cuántos minutos han tardado en solventar sus compromisos, aunque sí en los pelotazos dados. A Irribarria y Zabaleta les ha costado 168 pelotazos más, unos 10 por encuentro, aunque ese desgaste tampoco se notará en la cancha del frontón Bizkaia.

Danel Elezkano, a las puertas de su primera chapela tras el chasco de la final del pasado año, no escatima elogios respecto a su rival. «Ha firmado un campeonato muy bueno, unas semifinales perfectas, así que llega con mucha confianza», explica el vizcaíno.

Mientras, el de Arama con raíces en Alberite, recalca la «consistencia» de su rival. «Es muy regular, siempre está en su sitio y casi no pierde pelota. Hay que jugarle muy bien para ganarle», recalca.

Mañana será el gran momento de ambos. Para Irribarria, pasar un bache de un año y medio. Para Elezkano, su primer título. Estilos distintos pero idéntico hambre de gloria.