No hay quien pueda con Rezusta

Peio Etxeberria, por su parte, entró en la feria en sustitución del riojano Darío Gómez, que se lesionó en la eliminatoria y se marcha con la copa y la chapela de campeón. Muy meritorio lo que ha hecho el de Cenot.

La doble Z, Zabala y Zabaleta, se tuvieron que conformar con repetir en la final, pero sin conseguir subir al cajón más alto del podio. Ayer fueron de más a menos y quedaron atrapados en la tela de araña que tejieron los vencedores. Malas sensaciones para un tarde que empezó bien.

Mención especial para Rezusta que ha sido el pelotari de la feria que más partidos ha disputado, cuatro (eliminatoria, dos de liguilla y final) y aguantó físicamente como un chaval.

Chapa al aire y color colorado. Fueron Peio Etxeberria y Rezusta los que empezaron sacando y, por inercia, dominando los primeros tantos. Sobre todo el delantero de Cenot que puso el ritmo en los primeros tantos (3-0).

Javier Zabala se dio cuenta de que el partido demandaba su presencia y apareció para castigar a la pareja colorada con su misma arma (3-3). Mientras tanto, los zagueros iban carburando conocedores de lo que les esperaba por delante.

Incrementó la intensidad Zabala que decidió imponer un ritmo infernal bien respaldado por Zabaleta en la zaga. La doble Z en acción. Los tantos caían de gancho, de bajada y encontrando el espacio entre colorados.

La alcanzada de Rezusta trepando por pared ya anunciaba que sería un tanto especial (5-8). ¡Y vaya si lo fue! Zabaleta obligó al de Vergara hasta que cambiaron las tornas y fue el delantero colorado el que obligó al navarro. Cada golpe se coreaba y cada defensa se aplaudía. El Adarraga jugando la final también.

Sopló el viento a favor para azules que abrieron un hueco importante en el electrónico (6-11). Pero Rezusta no estaba por la labor de perder y se convirtió en un muro que devolvía todo. Coincidió con los peores momento de Zabaleta (11-11). Al primer descanso se llegó con ventaja mínima para azules tras un pelota de Peio Etxeberria que se estrelló en la cintura de Zabala (11-12).

Cambio de decoración

Retornó el juego con otra decoración. Zabala no aparecía por los cuadros delanteros y Rezusta disfrutaba con un pelota que a Zabaleta le costaba. Con pelota entregada Peio Etxeberria la paró en el ancho desde el uno. El público en pie. Eran los mejores momentos de colorados con una pareja azul sin ideas (14-12). Y con Zabaleta de recadero de Rezusta (15-12).

A un error grosero de Zabala (16-12) respondió el público con «Sí se puede». El Adarraga quería pelota. Sufrían azules y el público quiso sumar a favor. Un aliento de ánimo.

No tuvieron suerte en el siguiente tanto porque Etxeberria se llevó el punto de fallo, después de un tanto con los cuatro pelotaris corriendo por el frontón a campo abierto. Un nuevo error de Zabala llevado por la precipitación y a la silla (18-12). Zabaleta bebiendo con la mirada perdida y Zabala con la toalla sobre la cabeza. El lenguaje corporal era demoledor.

El 20-12 fue un fotografía de la desesperación de azules, que dominaron el tanto durante una decena de pelotazos pero fueron incapaces de superar a Etxeberria y Rezusta. El de Vergara, para completar una feria de sobresaliente, puso a Zabaleta en el rebote para desesperación del zaguero de Echarren.

También se apuntó el siguiente tanto Beñat Rezusta calcando los tres partidos anteriores de la feria, en los que fue de menos a más y terminó reinando en el frontón Adarraga, su frontón.

El epílogo fue un gancho de Peio Etxeberria que Zabala solo pudo mirar. El de Cenot entró en la feria de San Mateo como sustituto de Darío y se marcha como campeón. Una recompensa para un pelotari trabajador y honesto, al que no se le cayeron los anillos para agacharse a secar el frontón después de que se cayera una botella de agua al suelo.