Peña dinamita las intenciones de Zabala e Imaz

Javi Zabala no podía imaginar el desenlace del partido cuando firmó los primeros tres tantos con autoridad. Pelotazo, gancho abierto y cortada al ancho. Tres tantos y tres finalizaciones diferentes. Sin embargo, el paso de los minutos fue mostrando que al riojano y a Imaz se les estaba atragantado el enfrentamiento.

Peña ofertaba pelea. Sumó tres acciones ganadoras, dos de ellas con remates al rincón. Zabala se abría en exceso y se quedaba desprotegido. Las rentas de los azules acabaron por diluirse y vieron como pasaban del 3-5 al 3-7. Aranguren, que completó un buen partido, sin errores y llevando a Imaz cerca del rebote, y Peña no solo se aprovechaban de sus aciertos, sino también de los errores del rival. Con el 3-7 ya habían cometido cuatro de los nueve totales. Frenaron la sangría con su sexto tanto, pero Peña no estaba dispuesto a completar una manita de derrotas. Reapareció con tres tantos ganadores y abrió una brecha determinante para llevar su renta hasta diez, 16-6. El vasco había dinamitado a sus rivales, que no sabían qué hacer, se sentían incómodos y sus mentes ya no pensaban con claridad.

El reto de ganar se había convertido en una gesta, pero hay días en los que no hay lugar para la épica. Zabala regresó al partido con cuatro tantos a los que respondió Peña con una apertura. No necesitaba tacadas, sino mantener la renta. Y seis era un número suficiente, 17-11, aunque efímero porque Zabala falló en el decimoctavo y para mal de males Imaz encajó dos saques, los únicos, tras la reanudación. 20-11 y partido visto para sentencia. Peña y Aranguren sumaron mucho más como pareja, mientras que Zabala e Imaz deberán pensar que tuvieron un mal día, pero también necesitan extraer conclusiones.