«Muchos pelotaris tienen la duda de si merece la pena ser profesional»

– ¿Cómo se encuentra una vez que ya no es profesional?

– Son sensaciones contrapuestas. Por un lado, jodido porque deportivamente veo que podía seguir; pero también un poco liberado. El último año se estaba haciendo cuesta arriba. Pero también contento porque creo que el paso adelante de los pelotaris es positivo.

– ¿Por qué ese último año ha sido tan difícil?

– Las relaciones con la empresa han cambiado. Por ejemplo, me obligaban a ir tres días por semana a Bilbao, lo que desgasta, pero sobre todo me obligaron a desvincularme de mi entrenador. Se produjo un debate interno profundo, me entró la ansiedad y eso desembocó en una pequeña depresión. Fue la peor época de mi vida.

– ¿Por qué tuvo que dejar a su preparador y acudir a Bilbao?

–Desconfianza de la empresa. Desde que llegó José Ramón Garai al mando se empezó a dudar de la profesionalidad de todos los pelotaris de Baiko. Pagábamos nuestros dietistas, entrenadores, masajistas, psicólogos... Lo hacíamos para nuestro bien y el de la empresa. Pero con el cambio no se confío en nuestra profesionalidad.

– La foto en Tolosa, con 18 pelotaris unidos y un mensaje común resulta rarísima en su deporte...

– La pelota es muy individualista porque interesa, especialmente a las empresas. Salir tantos pelotaris juntos es muy difícil, Pero estábamos de acuerdo porque las circunstancias lo merecían. No es egoísmo, sino que creemos que no se está cuidando a la pelota.

– En el comunicado, se hablaba de su salida y de la de Erasun como «venganzas» y «motivos extradeportivos». ¿Ha sido así?

– Sí, no han sido razones deportivas o económicas porque ha habido renovaciones, subidas... Creemos que ambos tenemos nivel suficiente. Baiko quería hacer la salida del ERTE de manera individual y nosotros, colectiva y colaborativa. Sabíamos de las dificultades de la empresa, pero nosotros queríamos lo mejor para ella y para nosotros.

– ¿Le ofrecieron renovar?

– Sí, pero creía que no era el momento. Me llamó Garai, no sé si era algo estratégico, para acudir a Bilbao y hacerme una propuesta de renovación. Le dije que no era el momento, que no quería que me pasase ningún contrato porque apostaba por la salida del ERTE en grupo. Dos meses después contactó conmigo para decirme que no me ofrecían nada.

– ¿Tiene alguna esperanza de volver a ser profesional?

– Lo veo realmente complicado, que den su brazo a torcer es muy difícil.

– Usted ya está fuera, pero, ¿y los que quedan dentro?

– Es un momento difícil. Hay muchos pelotaris que tienen la duda de si merece la pena ser profesional. Tienen que cambiar algo porque lo que debería ser un sueño, un privilegio por el que siempre has peleado y por el que has soñado, no es así. Hablo con padres de chavales y hay incertidumbre. ¿Cómo explicarles que a un campéon, como Eskiroz, se le echa?

– En el comunicado hablaban de pelotaris mileuristas. ¿Cómo se ha llegado a esa situación?

– Sí, hay pelotaris con contratos de 24.000 euros pero que con gastos de viajes, materiales, masajistas..., que corren por tu cuenta, se quedan en esas cifras. Por ejemplo, para mí, ir a Bilbao tres veces a la semana me costaba entre 500 y 700 euros al mes. Pero es tu vida, es tu sueño, trabajas en lo que te gusta. Cuando has vivido cosas bonitas esperas que todo vuelva a cambiar. Nos manteníamos callados porque hasta entonces habíamos sido felices jugando.

– El comunicado abría la puerta a una movilización. ¿Hay riesgo de huelga?

– Ojalá no tengan que llegar a eso. Que la empresa valore lo que está pasando, que hable con los pelotaris y se busquen soluciones.

– ¿La caída de José Ramón Garai es una exigencia?

– Desde mi punto de vista se lo deberían plantear. Podría cambiar él, pero ni lo ha querido hacer en dos años, supongo que no lo va a hacer ahora. Lo más fácil sería que entrase otra persona.

– ¿Ha perdido la ilusión?

– Nunca se pierde y en aficionados también hay cosas bonitas. Seguiré, he dado todo como profesional y lo seguiré haciendo.

– Los festivales de San Mateo están a la vuelta de la esquina. ¿Cómo vivirá estas semifinales?

– Me da pena porque La Rioja merece festivales. Lo de llevarse la final a Bilbao me parece mal. ¿Por qué? ¿Cuántas personas más van a ir al frontón Bizkaia? No lo entiendo. Creo que, además de los pelotaris, otros deberían replantearse cosas: clubes, federaciones, administraciones...

– ¿Acudirá al frontón?

– Este año, no. Sé que hay mucha gente dolida. Me da pena porque son mis amigos y quiero que les vaya bien. La gente va al frontón a verlos. El pelotari es lo importante, la gestión debe ir encaminada a ayudarle.