El momento de Darío

Con 23 años, Darío se ha convertido en un veterano. No en vano, en junio cumplirá cuatro años como profesional. «Desde ese primer año en que casi no jugué porque tuve problemas en las manos, se ha pasado el tiempo volando», analiza el joven pelotari. No quiere convertir el título del Manomanista de Promoción en una lucha contra el reloj. «No quiero tomármelo como una obligación o como un motivo para renovar, sino que quiero disfrutar de estos días y salir a la final y hacerlo lo mejor posible para ganar», indica Darío.

El riojalteño tiene muy clara la estrategia a seguir: «Debo llevarle lo más lejos posible del frontis y no dudar a la hora de entrar porque sólo golpeando no se ganan los partidos. Cada vez es más difícil pasar por encima a los rivales. Además, tengo que sacar muy bien para poder dominar desde el primer pelotazo», analiza.

Elordi, un rematador puro, ya ha sorprendido con su capacidad para sufrir y ganar a Urretabizkaia y Zabala. «Lo conozco bien. La verdad es que aún no he repasado ningún vídeo, pero veré el partido contra Zabala antes de la final», asegura Darío. El objetivo es mantener la tranquilidad y salir al Labrit frío. En las gradas, más de un centenar de aficionados acompañarán al ezcarayense. Tras la final del 2016, es su segunda oportunidad. Y no la quiere desaprovechar. Es el momento para que Darío escriba su nombre en el palmarés del Manomanista de Promoción.