Jaka pone la precisión en el bombardeo que arrasa el Adarraga

Jaka y Mariezkurrena salieron airosos del bombardeo al que ambos sometieron al Adarraga con la colaboración de Ezkurdia y Rezusta en el primer partido del Grupo B del torneo de San Mateo. Los cuatro protagonizaron un intenso duelo, de enormes pelotazos y desgaste, que se decidió, sin embargo, por la mayo precisión de Jaka cerca del frontis. El vasco falló más que Ezkurdia, pero acertó también más en esa dualidad que preside su juego. El 19-22 fue una oda al juego de zagueros, pero también a la valentía.

El zumbido de una escuadrilla de bombarderos rompió el cielo del Adarraga. Se presumía una descarga de pelotazos merced también a unos cueros alegres. Y así fue. El ritmo que impusieron los cuatro desde el inicio fue trepidante. No hubo descanso. Casi setecientos pelotazos en poco más de una hora de juego. No pararon ni para retocar tacos. Como si tuvieran prisa por comenzar y acabar. Mariezkurrena ya avisó con un primer pelotazo ganador que hizo saltar a Rezusta para acudir al encuentro de la pelota en el noveno cuadro. No se arrugó el zaguero de Aspe y respondió con un rebote para firmar el 3-1 en el electrónico. Ezkurdia y Jaka secundaban la estrategia del golpe y ambos zagueros vivían claramente por detrás de la pasa. Si se asomaban al cuatro era para poner le pelota en los últimos cuadros. Era un intercambio violento, en el que la fuerza mandaba sobre la precisión. Jaka buscaba, sin embargo, un cambio de ritmo que no encontró hasta el final, pero es en ese momento cuando se decide la suerte. Antes llega el desgaste y, sobre todo, no perder la opción de ganar. El guipuzcoano quería ganar el tanto y encontró el espacio en la volea de zurda paralela a la pared lateral. Sumó hasta tres para establecer el 3-4 y recuperar tímidamente la ventaja en el marcador.

Ahora bien, el riesgo conlleva convivir con el error y el propio Jaka, primero, y Mariezkurrena, después, alimentaron a sus adversarios. Ese intercambio inicial derivó en pequeñas rentas para Ezkurdia y Rezusta, El 8-6 contenía cuatro errores del delantero de azul y uno del zaguero. Cinco, más dos saques del navarro. Y dos fallos más hicieron posible el 10-7. Ezkurdia y Rezusta no arriesgaban, sino que aguantaban. No era poco. El delantero no quería pelea con Jaka e insistía en pelotazos a la zaga y en ayudar a su compañero entrando continuamente de volea pero para parapetarse del temporal, no para ganar el tanto. El primer punto de Ezkurdia, el 9-7, llegó con un pelotazo.

Jaka y Mariezkurrena llevaban la iniciativa. Para lo bueno y para lo malo, aunque no eran capaces de frenar la hemorragia en el marcador. Con 13-10 habían entregado ocho pelotas, por tres de sus rivales. Aun así, el cuerpo pedía a Jaka ganar el tanto. Valiente. Un gancho inalcanzable puso el 13-11. Mariezkurrena tomó el testigo. Pelotazo y cortada larga, que sumados a una pelota al colchón inferior les permitieron presentar su candidatura al triunfo en tiempo y forma después de muchos minutos por detrás en el marcador. 13-14. Pero Jaka da y quita y una pelota a la chapa acabó con un desordenado tanto para igualar el enfrentamiento. 14-14. Otro error del zaguero dio un respiro a sus rivales. 14-15.

Era un partido igualado en el que el fallo aparecía con reiteración fruto de la intensidad y en el que el acierto se adivinaba como el elemento diferenciador. Pero había que atreverse. Y eso no es fácil. Repitió Mariezkurrena y Rezusta le mandó acto seguido la pelota al décimo cuadro. Desbordado. 17-15. Vuelta a empezar. O eso pensaban. Jaka y Mariezkurrena se plantaron. Querían el triunfo porque entendían que habían hecho méritos para ello. El guipuzcoano firmó otra volea a la pared, pero no pudieron empatar el partido a 17 en su primer intento porque el navarro estrelló el cuero en el cuerpo de su paisano y se dio vuelta. Un ligero contratiempo. Mariezkurrena sorprendió a Ezkurdia con una carambola en carrera antes de anular a Rezusta con un pelotazo. Puño derecho al aire. Estaba enchufado. No se conformaba con el 17-18. Quería arrasar el Adarraga con sus pelotazos. Intimidación. Una nueva volea de Jaka acabó por abrir la brecha definitiva. 17-19, aunque tanto Mariezkurrena como él erraron una vez más cuando sus adversarios estaban ya al límite. 17-21. ¡Vamos!, le decía Ezkurdia a su compañero mientras bebían agua. Gesto de rabia, palabra para llegar hasta el final. Imposible.

Para ganar la guerra hay que vencer en pequeñas batallas. Dos errores de Ezkurdia acabaron por dar el triunfo a sus rivales, que lo buscaron con mayor ahínco. Ganaron a pesar de haber entregado trece tantos. Eso sí, sumaron catorce por seis del dúo aspirante.

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