Gorka y Fernández exhiben poder

El Torneo Apénico del Cuatro y Medio se cerró ayer con éxito de público y también de juego, aunque en las dos finales se vio el claro dominio de los ganadores, Gorka Esteban y Jorge Fernández, que se calzaron las chapelas Sénior y Juvenil.

Gorka Esteban demostró su experiencia en la categoría Sénior y se llevó el título del Cuatro y Medio Apénico con un claro pero esforzado triunfo ante Picote III (22-13). El albeldense puso todo sobre la cancha y defendió mucho, pero la variedad de recursos del ezcarayense acabó por hacerle doblar la rodilla, aunque con honor.

Porque el partido se le puso muy pronto a la contra, con una salida en tromba de Gorka, haciendo gala de su afinado remate. Así, con el 8-1, salió el Picote más trabajador. Logró igualar a 8, tras cambio de pelota, pero cuando parecía que volvía la igualdad, Gorka volvió a lucir su remate para dispararse en el marcador hasta el 17-9.

El camino que le restaba, eso sí, no le iba a resultar sencillo por el pundonor del delantero de Albelda, que sufría con su espalda. Logró maquillar el tanteador y pasar del 20-10 al 20-13, pero el pelaire no iba a dejar escapar el choque. Finalmente, el marcador se cerró con 22-13 para el exprofesional, gracias a un precioso gancho al que llegó Picote tirándose por el suelo y un golpe ajustado en pared. Buen colofón para un festival en el que el público disfrutó.

No tuvo demasiado color la final de categoría Juvenil, puesto que Fernández impuso pronto un ritmo que Aitor Lara no pudo seguir. Muy seguro con el saque y con mucha violencia en su golpe, Aitor Lara no pudo meterse en el partido y, al final, el tanteador mostró un contundente 22-6 para el fuenmayorense Jorge Fernández, que sigue creciendo como pelotari.

El partido que abría el festival, en el que estaba en juego la tercera plaza de Juveniles fue para Peso, que se impuso (18-11) a Picote II.

Lo mejor de la tarde volvió a ser la respuesta del público, con casi 400 espectadores en el Adarraga, en una cita ineludible ya para la afición riojana y que demuestra, una vez más, que la pelota tiene tirón.