Elordi y Zabaleta alzan el título tras una final desigualada

Los ganadores se fundieron en un abrazo al terminar el partido mientras se susurraban mutuamente al oído. Había complicidad. El título era algo inesperado porque la final ya había sido un regalo para ellos ya que una semana antes estaban eliminados ante Altuna y Tolosa. La lesión de este último les abrió las puertas del Navarra Arena, que reunió a 3.000 aficionados. Entre ellos, Jokin Altuna, que quizá pensó que él debía estar ahí, o Juan Martínez de Irujo, con quien Zabaleta ganó el primero de sus cuatro títulos allá por el lejano ya 2013. Laso e Imaz, como ya ocurrió el pasado año, se quedaron a las puertas. Dos finales perdidas de manera consecutiva. La ganarán, seguro.

Elordi fue señalado en su último partido contra Laso en semifinales. Ayer, tanto su compañero como él, fueron dos pelotaris muy diferentes, sobre todo el delantero. Si hace apenas tres semanas parecía desbordado, ayer fue el pelotari valiente que acostumbra y, además, se benefició de los errores de Laso, que en la segunda mitad del enfrentamiento revelaron ansiedad por querer ganar el tanto como fuera.

Elordi y Zabaleta dieron su primer golpe en la mesa sin que sus rivales tuvieran tiempo a reaccionar. El 0-5 dejaba claro que no querían un duelo como el más reciente. Querían abrir distancia y administrarla. Elordi advirtió de que no iba a estar a la sombra de Laso. Tres tantos ganadores como tarjeta de presentación y dos errores de Laso. Y es que la pareja de Baiko incurrió en muchos fallos. Doce nada menos. Más de la mitad.

Sin embargo, Laso tiene la capacidad de cambiar los partidos. Se centró y con una carambola abrió no solo el marcador, sino la primera tacada, que se completó con un gancho, un golpe de Imaz y un saque. Cambió el tercio para pasar del 4-6 al 4-8, pero en ese momento se abrió el segundo y último momento en el que pudo pensar que había final. Cinco tantos ganadores llevaron a los de rojo a ponerse por primera y última vez por delante en el marcador, 9-8. La grada se ponía en pie porque quería competencia sobre la cancha. Elordi y Zabaleta no deseaban sin embargo esa igualdad y respondieron a la provocación en el electrónico con cinco tantos, pero con la diferencia de que estos sí rompieron el equilibrio.

Una pelota abajo de Elordi frenó el ascenso, pero Laso falló no una sino hasta tres veces. Abrió la puerta a sus rivales, que de repente y después de una pelota perdida de Imaz se vieron con 12-17. Cinco puntos de ventaja sobre sus rivales y cinco hasta el cartón veintidós. Laso se retiró a vestuarios. Miedo a dar por finalizada la final. Se le fue su pie de apoyo, el izquierdo, y se golpeó la cadera derecha. El navarro es un pelotari duro, de raza, y regresó a la cita que se había ganado.

Elordi y Zabaleta le dieron la bienvenida de nuevo con dos pelotazos. No golpeó en exceso el zaguero navarro, pero entre ambos castigaron continuamente a Imaz, que acabó entregando pelota. Y Elordi, autor de ocho tantos, quería sacarse la espina que tenía clavada. Dio el decimotercer tanto a sus adversario e Imaz le devolvió el favor.

El partido era de Aitor Elordi. Resolvió el penúltimo tanto con una volea paralela a la pared lateral y el último con una carambola con la izquierda a la que no llegó Laso. Ya estaba en el cartón veintidós, como en catorce de los diecisiete partidos de torneo que había jugado hasta ayer. Sin embargo, este es muy diferente. Es el que te permite entrar en la historia del campeonato. Y él ya está en ella junto a Zabaleta.