Elezkano desequilibra la balanza en el Adarraga

El vizcaíno comenzó como un cohete, con cinco tantos consecutivos para establecer la primera renta, 0-5. Reaccionaron los rezagados, pero el partido entró en un intercambio de pelotazos que lo movió casi siempre en esa renta de cinco tantos hasta alcanzar el 5-10 tras ver soberbios pelotazos de Zabaleta, en especial el que le dio el noveno tanto. Más tarde repetiría latigazo para alcanzar el 7-11. Ahora bien, Rezusta se defendía con solvencia y cuanto tenía pelota para castigar, lo hacía. Olaizola era quien más miraba la esférica porque en muchas ocasiones su vuelo le evitaba. Era uno de los objetivos.

El ritmo de Zabaleta era muy alto, por lo que en algún momento tenía que descender. Llegó en el cuadro del compromiso, cuando contribuyó a una tacada de cinco tantos para sus rivales que removieron las entrañas de los presentes. Empate, 16-16, después de mucho sufrimiento para anular la desventaja.

En un partido de esprint, Olaizola tiene la ventaja que le da su experiencia en grandes citas. No se dejaron intimidar los ganadores y respondieron con idéntica tacada a la recibida, cinco tantos. El 16-21 era mucho más esclarecedor, aunque aún hubo tiempo para una tímida reacción de quien se resiste a la derrota. Quedó en nada. Simplemente sirvió para cambiar estadísticas puntuales, pero no la global, esa que dice si has ganado o has perdido.