

Secciones
Servicios
Destacamos
Ganar a Jokin Altuna en el tercer partido del Manomanista.Es lo único en lo que debe pensar Darío Gómez después de caer este sábado ... ante Unai Laso, 11-22, en el Labrit. No jugó bien el riojano, no tuvo las ideas claras.El navarro fue a su ritmo y con dos victorias en otros tantos partidos ya está en semifinales.
«Jode perder y más de esta manera». Con esa frase resumía Darío su partido en los micrófonos de ETB. Yes que el partido del pelaire fue malo. No estuvo cómodo, no pudo gozar de la pelota, no pudo acabar el tanto porque no dominó y no tuvo argumentos para responder a Laso, sobre todo en el saque. «No sé ni los saques que me ha metido», admitía. Diez. Con el formato actual de saque, el restador tiene un gran problema. De los 33 tantos, quince fueron de saque. Casi la mitad.
Darío:
11
-
22
Laso:
Duración: 53 minutos
Pelotazos: 176
Saques: Darío, 5; Laso, 10.
Faltas: Darío, 0; Laso, 0.
Ganados: Darío, 2; Laso, 8.
Pérdidos: Darío, 4; Laso, 4.
Marcador: 2-0, 2-2, 4-2, 4-7, 7-7, 7-9, 9-14, 10-14, 10-17, 11-17 y 11-22
Botilleros Asier Gómez, con Darío; Jon Mariezkurrena, con Laso.
Incidencias: Segunda jornada del Manomanista. Frontón Labrit. Lleno.
El saque fue una de las claves, pero no la única. Comenzó Darío con dos saques ganadores para abrir el marcador y respondió Laso con uno, tras un error del riojano. Empate. Incluso Darío volvió a tomar una ventaja, 4-2, antes de que Laso diera el primer aviso, 4-7. Once tantos, siete de ellos de saque.
Aquí llegó la otra clave.Darío empató el partido merced a una espectacular dejada al ancho y dos saques, los últimos de los cinco que sumó. Empató el duelo, 7-7, y volvió a hacerlo dos tantos más tarde, 9-9. No permitía que se rompiera el marcador, pero no era capaz dar el paso adelante de tomar la iniciativa en el marcador. Un problema.
Unai Laso no estaba siendo el rodillo que personificó ante Altuna. Darío, incluso, le aguantaba en el intercambio de pelotazos. Tampoco era suficiente porque en el fondo, el navarro dominaba los medios sin llegar a avasallar. Abrió otro hueco de cinco, 9-14. Apareció su remate e incluso la secuencia saque-gancho. Laso ya era un adversario peligroso. La pelota le corría, buscaba altura, alejaba a su oponente y cerca del frontis decidía cómo acabar el tanto. Junto a la pared, de gancho o incluso de volea.Darío no daba síntomas de reacción. Apenas aguantaba el peloteo y cuando entraba de derecha, la esférica no cogía altura. Laso apenas tenía que irse más allá del cinco. Plantado como un gigante de enormes brazos aguantaba hasta resolver.
«Recuperamos el saque y estamos ahí», le dijo Asier Gómez a su hermano. Era el 11-20. Darío estaba enfadado, contrariado, incluso molesto, porque era consciente de que no estaba jugando al nivel que puede hacerlo, ese que le permite ganar también a Laso. No solo no recuperó el saque sino que encajó dos más para cerrar el duelo. Diez en total. Y de sus once tantos, cinco fueron de saque, cuatro se los concedió Laso y los otros dos llegaron en jugada. Números muy pobres. Ahora bien, está capacitado para ganar a Altuna en dos semanas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.