Pelota

Darío deja vivo al campeón

El riojano tenía todo a su favor, 13-19, para ganar a Altuna, pero le faltó el instinto depredador que sí tiene el amezquetarra y lo pagó con la derrota

Domingo, 24 de abril 2022

Darío Gómez puede estar orgulloso, aunque el orgullo no da puntos en la liguilla de cuartos de final del Manomanista, que arrancó ayer para él ... en Bilbao. Tenía a tres pasos la victoria, 13-19, pero cometió el error de otros muchos pelotaris: activar a su rival. Y cuando se reaviva a Jokin Altuna corres el peligro de que te devore, 22-19, porque como decía el riojano días antes de su partido, es un «animal competitivo».

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El primer domingo de abril, Jokin Altuna y Julen Martija ganaron el Parejas en el mismo escenario, en Bilbao. Perdían 11-17, pero acabaron ganando 22-20 después de una breve parada en el 21-17. Ayer, el amezquetarra lo volvió a hacer. Perdía 13-19 y estaba contra las cuerdas, pero cogió el saque y «se merendó», como dijo Darío, a su presa. Cuando huele sangre, en este caso el triunfo, es un depredador.

Ambos protagonizaron un partido intenso, de enorme desgaste. Darío mostró más físico que su oponente, que arrancó con una mínima renta (2-0). Esos primeros tantos estuvieron presididos por los errores. Para Altuna era su primer partido y para Darío era el enfrentamiento contra el actual campeón. Así, cuando el marcador señalaba 5-5 ambos sumaban ya seis errores. El último del riojano abrió la puerta a un parcial de 4-0 para el vasco, en el que incluyó el primero de sus tres saques. Le costaba acabar con la resistencia del pelaire. Insistía en el remate, pero las piernas de Darío le permitían repetir en la defensa. Aun así, Altuna le hacía mucho daño con el gancho, cercano o lejano.

Una pelota a la chapa de Altuna, que apuraba para ganar, dio el séptimo tanto aDarío. Pasó de 9-6 a 9-11. Mejoró en el saque y definió mejor cerca del frontis. Altuna comenzó a desorientarse ante la renta que cobraba su adversario. Sin embargo, Darío no podía anular el error. Le dio dos tantos, el décimo y el undécimo, que le rompieron la racha (11-13).Ahora bien, Altuna, obligado, también erraba a pesar de su gran defensa. Un error fallo de aire con la derecha cambió el ritmo. El amezquetarra daba muestras de cansancio. Darío le endosó dos carambolas consecutivas para ampliar su renta, 11-17. El sueño estaba más cerca de convertirse en realidad. Ambos acertaban y ambos fallaban, pero el 13-19 era tan sorprendente como merecido para el riojano. Sin embargo, le faltó instinto depredador. Pudo sumar por dos veces el vigésimo punto, pero ni acertó con la dejada al ancho ni con la carambola. Centímetros que separan la gloria de la derrota. Altuna sintió que era el momento, como en otros tantos partidos. Un error más de Darío, dos saques y cuatro puntos. 9-0. Altuna volvía a voltear un partido. Una vez más. Acabó tendido sobre la cancha, agotado, pero feliz. A Darío el cansancio le produce dolor porque lo perdió todo cuando solo lo tenía en su mano. Aun así, el delantero riojano sigue siendo un serio candidato a pelear por el torneo. Juego tiene, pero necesitará recuperar la mente.

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