Momentos únicos en el Manomanista

Darío debutó en el Manomanista, de Promoción, el 14 de abril del 2017 frente a Arteaga y perdió. Comenzó sin embargo un idilio que se extiende hasta hoy. Dos años más en Segunda, hasta que el 25 de mayo del 2019 se alzaba con el título en su primera final.Superaba en Pamplona a Aitor Elordi por 22-12. «Estoy muy feliz tras todos los momentos difíciles que he pasado. Es una victoria para dedicársela a todas las personas que me ayudan», decía aún en la cancha.

Aquel año, 2019, Javi Zabala pasaba al mundo profesional.Debutaba el 21 marzo en el Adarraga y el 1 de mayo jugaba su primer partido en el Manomanista, contra Iturriaga. Ganaba en Lodosa por 10-22 y se citaba en semifinales con Elordi en el Javier Adarraga. El vasco privó al aficionado de una final riojana.

El año 2020 es el del cambio. Darío juega ya en Primera, mientras que Zabala continúa en Segunda. El pelaire acumula otro de esos momentos que no se olvidan, porque alcanza la semifinal. Allí se topa por primera vez con Jokin Altuna, que bien podría ser su bestia negra. Gana el de Amézqueta, pero Darío ya está entre los grandes aunque un año después recibe un inesperado revés al caer ante José Javier Zabaleta en cuartos por un doloroso 22-5.

Dos años después y tras perder por segunda vez ante Altuna en la liguilla de cuartos de final del 2022, Darío y Elordi vuelven a reencontrarse cuatro temporadas más tarde. Son las semifinales del Manomanista y el vizcaíno se cobra la deuda. Gana por 15-22 y, a la postre, vence en el torneo. Al pelaire le quedó el pobre consuelo de subir al podio, tercero, tras vencer a Ezkurdia en el partido que nadie quiere jugar. «Cómo voy a estar, jodido, porque se me ha escapado la oportunidad de jugar la final del Manomanista», decía Darío Gómez al término del partido tras perder con Elordi.

En su condición de semifinalista, el delantero de Ezcaray encaró la edición del 2024 desde la liguilla de cuartos, como cabeza de serie. Ganó a Zabaleta (17-22), pero perdió ante Laso (11-22) y se vio abocado a jugarse el futuro frente a Altuna. Otra vez el amezquetarra se cruzaba en su camino. Volvió a perder, tercera derrota en tres partidos. «No sé si los dos merecíamos ganar, pero hay una realidad y es que yo he perdido», decía tras caer por 22-19.

Un pelotari encumbrado

A pesar de la derrota, los aficionados al juego y no a los números encumbraron aquel día en el Astelena al pelaire. Darío fue siempre a remolque, pero llevó el partido de un 18-12 a un empate a 18 y a 19. El Astelena se puso en pie para despedir al de Ezcaray pesar de la derrota. Una tarde única la de aquel 12 de mayo del 2024.

Yde aquel domingo, al pasado sábado. Otro momento para la historia: su sotamano para ganar el tanto a Peña II. Desde el cuatro hasta el rebote. Soberbio. «Salió bien la cosa, pero no le di muchas vueltas en el momento.Pensé más en que tenía que sacar y ganar el partido», decía este martes.

Javi Zabala, su rival de mañana, vio el golpe desde la grada y tomó nota. «No le puedo sacar a la derecha y por abajo porque tiene una enorme confianza en ese golpe y va con todo a la pelota», explicaba.

La historia del logroñés con el Manomanista es menos intensa, A aquella semifinal del año 2019 une la del 2022, que no pudo jugar por lesión y que supuso el título de Iker Salaberria. Había ganado en cuartos a Alberdi, Egiguren y Larrazabal.

Yde aquella semifinal, a la del 2024, frente a Unai Laso. En su debut en la élite, Zabala eliminó a Urrutikoetxea en octavos de final (14-22) y solo ganó uno de sus tres partidos en cuartos, a Ezkurdia, pero fue la victoria que le llevó a la semifinal. «Estoy contento. Llegar a semifinales es difícil y no me lo esperaba en mi primera participación», decía entonces.