Darío y Altuna III aplazan la tensión hasta el domingo

Ayer por la mañana tuvo lugar el ritual de la elección de material. Quedaron patentes dos cosas. La primera: hay mucho en juego. La segunda: hay muy buen rollo entre el riojano y el vizcaíno. El de Ezcaray se decantó por dos pelotas de 106.2 y 105.8 gramos («Contento con el material, he encontrado lo que quería»); el de Amézqueta, por dos esféricas menos pesadas: 105.8 y 105.9 gramos («Me han gustado 3, pero como tenía que elegir 2, me han entrado dudas»).

«Me gustan tres pelotas, no sé qué hacer. Cógela tú, Darío. ¿O elijo yo tres y tú solo una?». Con esta complicidad despachó Altuna sus minutos de elección. Hay confianza y buen humor entre ambos delanteros.

Darío necesita vencer a Altuna III, algo que no ha logrado en los dos precedentes. «Me acuerdo que le apreté en los dos partidos, sí. Espero apretarle todavía más y darle un buen susto», reconoció el riojano ante los medios de comunicación. Darío espera la mejor versión de Altuna: «No va a jugar lo mismo que el día de Laso. Jokin siempre suele estar bien. Cuando empieza algún campeonato, siempre va a más. Es humano y tiene errores y días malos como todos, lo que pasa con él es que ese tipo de días los tiene muy pocos al año. Espero que todavía le quede alguno»,

Altuna, por su parte, tuvo palabras de elogio para el riojano:«Darío es un especialista en el mano a mano. Nadie que le ha ganado a Darío lo ha tenido fácil. Con el saque mete mucho respeto. Físicamente será el pelotari más duro, con unos pies muy rápidos. Si dejo pelota a placer adelante, con su derecha enseguida pasa a dominar». Además de ponerse deberes: «Tengo que sacar mejor que en los dos partidos anteriores y estar atento».

Lejos de sentirse presionado por la trascendencia del choque, Darío Gómez afronta la cita desde la ilusión: «Son los partidos que nos gusta jugar y para eso nos preparamos. Ojalá hubiera partidos de éste tipo todas las semanas».

Al vencedor del partido le espera Laso en una de las semifinales. Será en el Atano de San Sebastián, el domingo 19.