Javier Zabala | Pelotari

«Ahora creo en lo que hago y sé que puedo seguir mejorando»

– ¿Qué ha pasado? Nadie esperaba esta maniobra de Aspe.

– Pensaba que quizás después del Manomanista me iban a llamar para hablar, pero no que el lunes me telefoneara Fernando (Vidarte). Me transmitió apoyo, sobre todo, y la idea de ampliar el contrato. Un día después, ayer por la mañana, firmábamos el nuevo. ¿Rápido? La verdad es que sí. No sé decir por qué tanta rapidez, porque no había hablado con Fernando en los últimos meses, pero estoy encantado con el nuevo contrato.

– Más años, cuatro, algo inusual, y mejores condiciones económicas, pero, sobre todo, se entiende que este contrato esconde una estatus más elevado dentro de la empresa.

– Es lo más importante, que la empresa confía en mí y eso se traduce también en una motivación mayor en el día a día y en los partidos.

– Y estatus, para usted, y un mercado, el riojano, para Aspe, del que solo se acuerdan en fechas muy concretas.

– Es verdad que la pelota riojana necesita una referencia para que los frontones vuelvan a abrirse y llenarse más allá del festival de junio o la feria de San Mateo. No es algo extraño, pues ha pasado en Vitoria y San Sebastián, que se están recuperando. No es una labor fácil y tampoco es algo que pueda alterarse a corto plazo, sino que es un trabajo a medio plazo.

– Usted habla de su mente para explicar el cambio de su juego. ¿Qué ha variado en su mentalidad para que acumule victoria tras victoria?

– En San Mateo, cuando jugué con Zabaleta ya cambió algo. Cogí más confianza en mi mismo. Yluego, disfruté de regularidad en las manos, no tuve problemas. Eso es algo muy importante para un pelotari. A todo ello se sumó el entorno. La gente que está próxima me ha ayudado mucho y me ayuda. Puede parecer una tontería, pero recibir un mensaje de ánimo es importante en determinado momento. Mensajes como «tienes que confiar más en ti y debes creer más en ti» o «te veo apagado en la cancha y tu juego es más alegre» y muchos más me hicieron ver que salía a jugar arrugado, Me di cuenta de que ese no era yo. Entrenaba de una manera y jugaba de otra. Firmar el nuevo contrato supuso un punto de inflexión para mí. Rompí con todo lo anterior. No debía tener miedo a cometer un error porque sabía lo que podía hacer en el frontón. Y así logré dar forma al cambio.

– Explicado así parece sencillo.

– La verdad es que es difícil mentalmente, porque es complicado gestionar lo que debes hacer en cada momento. Me decían que jugaba el sábado o el domingo y el lunes ya estaba pensando en el partido y cómo jugaban mis rivales. Ahora pienso en mí, en cómo voy a jugar yo, aunque siga estudiando al adversario, y, sobre todo, creo en lo que puedo hacer. Y, quizá sea más profesional, porque he cambiado los hábitos de comida, de descanso, etc.

– Más profesional porque vio las orejas al lobo, el adiós de otros compañeros, o porque necesita cambiar.

– No quiere decir que antes no fuera profesional, pero ahora cuido más los pequeños detalles y, al final, son éstos los que marcan la diferencia.

– Antes hablaba también del entorno.

– Sí, y en él se incluyen también mis dos técnicos, Edu (preparador físico) y Muntión. Con el primero pasó más tiempo que con mi madre y con el segundo, además de trabajar, habló todos los días. Trabajar conEdu es muy fácil porque podemos adaptar los entrenamientos. Son muchas horas, sobre todo en invierno. He completado muchas días con doble sesión. Todo ello ha propiciado el cambio. Ahora sé lo que tengo que hacer y lo sé porque tengo una experiencia que antes no tenía. Con 19 años no sabía explotar mis cualidades; ahora sí. Al final, he ido quemando etapas para llegar hasta aquí.

– Este cambio que experimenta conlleva una mayor responsabilidad. Ahora el aficionado va al frontón a verle a usted.

– No me da miedo.Sé que ahora soy yo quien debe dar la talla. No me asusta la responsabilidad y cuando estoy en el frontón siento el cariño de la gente.

– Dicen que mantenerse es más difícil que llegar.

– Yo creo que he hecho lo más difícil, que es llegar a ese grupo de cuatro delanteros. Ysé que he hecho lo más difícil porque sé que puedo mejorar mi juego, que puedo ser mejor que lo que he mostrado en los últimos meses.

–¿En qué ha mejorado y en qué puede mejorar?

–Sobre todo en el enfoque de los partidos. Creo que he mejorado, pero aún puedo seguir haciéndolo. También en defensa. He trabajado mucho con Muntión en el golpeo con la derecha. Ahora es un toque más técnico. Recojo para atacar (el sábado ofreció unos derechazos en el Labrit propios de su zurda). Y, ahora, juego contra los mejores y siempre aprendo algo de ellos. No hay ningún día en el que no me vaya con una nueva lección. Así se evoluciona.