Una bestia llamada Irribarria

Elezkano hizo un partido más que digno, obligado siempre a arriesgar para intentar incomodar a su adversario y, aun así, se quedó en el cartón 12. Imposible lidiar con un toro de semejante bravura. Para sus rivales, ver a Irribarria con pelota franca debe ser como para los toreros esperar a un astado a porta gayola. Existe el más que probable riesgo de que te pase por encima.

Y así fue ayer. La mejor versión de Irribarria se mostró intratable en Eibar. Un numeroso grupo de aficionados critica al de Arama, al que consideran un pegador. ¡Cómo si pegarle tan fuerte y tan largo a la pelota no fuera un mérito similar al de los grandes rematadores o al de los artistas! Es su arma y le saca el máximo provecho. El cañonero guipuzcoano aspira a su segunda chapela del Manomanista a los 22 años. Cifras de récord.

Para lograr clasificarse para la final, ayer tuvo que aprender a sufrir en un inicio extraño, porque Elezkano se puso por delante pero cometió una falta de saque (2-1) y después del 3-3 (una bonita dejada al rincón) no pudo aferrarse al encuentro. Se colocó 3-9 el guipuzcoano después de una tacada de tantos cortos (la dinámica del encuentro) y violentos. Y fue ampliando la distancia con un poco de fuerza (los rebotes del 5-11 y el 7-12), un gancho plácido (7-14) y hasta un punto de suerte, como una escapada de sotamano a buena (7-14).

La diferencia crecía hasta el 7-16 y a pesar de los tímidos intentos de Elezkano de frenar la sangría (9-16, con un saque gancho), la diferencia en el juego resultaba brutal. Irribarria cabalgaba a lomos de su fuerza y golpeaba una y otra vez a su adversario. Falló un sotamano el de Arama (12-20) pero ayer no era el día de Elezkano. Los jueces no vieron cómo la pelota, a la que había llegado muy forzado Irribarria, golpeaba en éste tras dar en la pared. Del justo 13-20 se pasó al 12-21. Elezkano no se lo podía creer. La infracción había sido clarísima, pero en los frontones el único bar se escribe con b.

El partido era ya insalvable. Sólo quedaba comprobar cómo acabaría Irribarria el choque. Y lo hizo con otro golpe largo, otro cañonazo salvaje que hundió a un Elezkano que ha firmado un torneo más que digno. Pero cuando no se puede con un rival tan superior como Irribarria, sólo cabe aplaudirle.

En el primer partido del festival, Altuna y Tolosa lograron el triunfo (22-17) después de un partido que parecía plácido pero que Jaka y Martija se empeñaron en enredar hasta el final.

Como colofón al festival, dos pelotaris riojanos, Javier Zabala y Pedro Ruiz unían esfuerzos para medirse a Mendizabal III y Oier Etxebarria. Lograron superar a una dupla correosa en un partido largo y de sufrimiento (17-18) con buen papel de los dos pelotaris riojanos. Un bálsamo para ambos en forma de triunfo.