Artola completa las semifinales

El compromiso entre vizcaíno y guipuzcoano defraudó porque el primero apenas opuso resistencia al juego del segundo, que mantuvo la prudencia en los primeros tantos, pero con una tacada de seis que llevó el compromiso hasta el 4-13 selló la suerte de ambos. Artola aprovechó al máximo el saque, siete tantos, y la pared lateral, donde mandó a morir más de una pelota. Aprovechó que a Urrutikoetxea le cuesta desplazarse y que sufrió cuando tuvo que correr hacia el rebote o lateralmente.

El vizcaíno comenzó, no obstante, bien el enfrentamiento, con un pelotazo a morir en su caída de la pared lateral en el cuadro cinco y un saque. El 2-0 entraba dentro de la lógica. Artola, como demostró a lo largo del enfrentamiento, mantuvo la calma en todo momento. Asentó bien los pies y entró de aire siempre que lo necesitó. Llevar la pelota con la izquierda y buscar un buen contacto con la derecha. Un error de Urrutikoetxea abrió su cuenta, que se amplió con dos saques y una apertura al ancho para establecer la primera ventaja (2-4).

Urrutikoetxea rompió la dinámica gracias a una falta de saque de Artola. Esa ruptura se repitió a lo largo del partido. Del 3-7 se pasó al 4-7; del 5-13, al 5-14, del 6-16 al 6-17 y del 7-21 al 7-22 final. Un tanto de vez en cuando, pero con ese botón no se logra frenar las aspiraciones de conquista del rival. No fue capaz el delantero de Zarátamo de provocar una tacada, por mínima que fuera. Y sin tacadas, el triunfo en el mano a mano es mucho más difícil de alcanzar.

Artola siguió a lo suyo. No cometía errores y se mostraba seguro cerca del frontis. Compaginaba pelotazos, no largos, pero con dificultad para devolver, con dejadas al rincón y al an cho, buscando pillar a contrapié a su adversario. Y si esa vía no funcionaba, siempre le quedaba el gancho al delantero de Alegría de Oria, que alcanza las semifinales del Manomanista por primera vez.

Con el 4-13 el compromiso estaba más que resuelto, porque Urrutikoetxea no es de esos pelotaris que renazcan así como así. Necesita confianza, sumar varios tantos ganadores. Si no, su frialdad manda. Y así fue. Cada uno de los dos cumplió el guion hasta el final. Artola aprovechó, además, la recta final para firmar cuatro tantos más con su saque. El que resta se empeña en este torneo en hacerlo de aire para no alejarse mucho del frontis, sobre todo si es delantero. Maniobra esta que entraña peligro, porque es difícil llevar la pelota con idea en ese escenario.