Aparecen las brechas en el Parejas

No está funcionando la pareja que ganó el título en el 2016. Olaizola lo intenta y firma tantos de gran nivel, pero se ve desconexión con su zaguero. En el Astelena, por ejemplo, eso se percibió en el 5-7 y en el 10-14. El de Goizueta dejó sendas pelotas y el de Zarátamo ni estaba ni se le esperaba. Además, el vizcaíno reconvertido a zaguero falló mucho, incluidos dos últimos saques restables que supusieron los tantos 21 y 22 de los azules.

Esas carencias se reflejan también en la clasificación, donde solo dos triunfos adornan su tanteador (hay que tener en cuenta las bajas de Urrutikoetxea, sustituido por Aretxabaleta). Lo visto la semana pasada, con una gran victoria del navarro y el vizcaíno en Bilbao, se diluyó ayer. Y si no hay continuidad, les tocará sufrir mucho.

En la otra cara de la moneda, Ezkurdia y Martija. Fueron sólidos, supieron sufrir cuando tocó (especialmente en el primer tramo del encuentro) y rematar cuando lo necesitaron. Porque hubo igualadas a 2, 5 (una preciosa carambola de Ezkurdia), 8, 9, y 10 (otro dos paredes del delantero de Arbizu). Pero ahí se rompió el choque, Ezkurdia puso una marcha más y Martija, llegando a una dejada al rincón y con un tremendo golpe, se lanzaron hasta el cartón 16. Pudo haber acabado el duelo antes, pero en el tanto más bonito del choque, después de sendas alcanzadas de Ezkurdia y Olaizola, el primero voleó a tablas con todo a favor. El lunar no impidió a los azules recomponerse y llegar sin problemas a 22. Con cuatro triunfos, respiran aliviados y cogen impulso para la segunda vuelta.