Altuna recupera su Reino

Se llenó el frontón Bizkaia con más de 2.700 espectadores y una puesta en escena al más puro estilo estadounidense. Cuando las luces regresaron al majestuoso escenario solo brillaron para Altuna.

El saque y la ausencia de errores resultaron determinantes. Los tres primeros tantos fueron de saque ante un buen restador. Sumó ocho por uno de su oponente, al que anuló. Le incomodó con el saque, no le permitió gozar con la zurda y evitó dar altura a la pelota pata que no entrase de aire. Siempre pelotas a los pies en busca del problema en la evolución.

Si bien Etxeberria respondió con dos tantos propios a ese 3-0, Altuna evitó generar ilusiones en su adversario y llevó el electrónico hasta el 9-2. Mejor no tentar a la suerte. Con siete puntos de diferencia, doblegar al amezquetarra es casi tarea imposible.

Necesitó poco más. A sus ocho saques ganadores sumó diez errores de Etxeberria. Y a éstos, cuatro tantos. Las cuentas claras. Manejó las rentas, 15-3, 19-6, 20-9, sin arriesgar lo más mínimo y sin exponer su hombro izquierdo a un encontronazo. Sabe lo que es una final, porque Altuna vive de ellas y se alimenta de los triunfos. Para el navarro todo era nuevo, aunque nadie le puede quitar el fantástico torneo que ha hecho.

Gritó Altuna al terminar el partido. Un grito que significaba muchas cosas: alegría, rabia, dolor, incertidumbre,... y victoria. Venció en el año 2017 y repitió en 2020 y 2021. Ahora añade 2023. Es el actual rey de la distancia, aunque el pasado año le pillase fuera de su Reino. Vuelve a ejercer como máxima autoridad. Y no tiene la intención de abdicar.