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Víctor Soto
Miércoles, 22 de febrero 2017, 10:49
logroño. Aimar Olaizola y Álvaro Untoria protagonizaron ayer un resbalón que, a estas alturas de campeonato, puede resultar mortal. Dominaron durante casi todas las fases del encuentro a Urrutikoetxea e Imaz, que rozaron el KO en algunos momentos, pero no supieron aguantar el apretón definitivo ... del vizcaíno y el guipuzcoano, que dieron la vuelta al choque en un trepidante final.
Pudieron romper el choque el de Goizueta y el de Nájera cuando se colocaron 11-4 tras un fallo de volea de Urrutikoetxea. Pero, en el siguiente tanto, Untoria cometió su primer fallo y, con el saque, reaccionaron los azules hasta ponerse 11-9. Volvieron a abrir hueco Olaizola y Untoria, con algunas fases de buen juego y meritorios tantos como el 14-10, una bonita apertura de Olaizola. Pero los azules hacían la goma para volver a acercarse (15-13). Una nueva tacada de tres tantos, con Untoria defendiendo primero y Olaizola acabando con un soberbio golpe atrás y una dejada, dejaba la victoria a sólo cuatro escalones (18-13).
Pero llegó el descalabro. Untoria comenzó a fallar más y Urrutikoetxea, a acertar (18-17). Impedirían los colorados la igualada con un gancho del delantero navarro, pero iba a resultar inútil. Del 19-17 se pasó al 19-21, con dos errores de Olaizola, arriesgando en demasía, otro del najerino, que fue de más a menos, y una dejada perfecta de Urrutikoetxea.
Con las tornas cambiadas, a los azules les entró el miedo. Imaz falló una pelota y el abrazo a 21 lo firmaría Olaizola con otra meritoria cortada al ancho. Un solo tanto restaba para que Olaizola y Untoria se metiesen de lleno en el Parejas, sumando su sexto triunfo y empatando con otras cuatro duplas en la lucha por semifinales. También un tanto les faltaba a azules para no decir adiós al torneo y seguir soñando con una carambola que a falta de dos encuentros parece difícil pero no imposible.
Entre las dudas y con la electricidad del momento, quedaba por ver quién iba a dar el paso adelante. Y fue Urrutikoetxea, con los pies en el tres y medio, el que arriesgó, tirando un gran dos paredes de volea y dando el triunfo a los más desesperados. Desolación total de Olaizola y Untoria, que vieron esfumarse las esperanzas labradas en el largo choque por errores puntuales y por no saber cerrar el partido. Dos victorias necesitan ahora. Pero también tropiezos de sus rivales. Sin margen de error.
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