Merino II se quita la espina en su casa

Al de Arama le está pesando la camiseta colorada, la de campeón, en un verano que no le ha dado tregua. Ayer jugó en Villar de Torre y hoy se volverá a vestir de blanco en San Sebastián. Es el trajín de los número uno y hay que digerirlo, aunque a veces cuesta.

En la localidad riojalteña saltó el campeón muy enchufado, luciendo con el gancho y entablando un duelo de iguales con Ezkurdia. Fue, ese tramo inicial, lo mejor del choque. Sin errores en los seis primeros tantos, se vieron detalles preciosos como una dejada de aire de Irribarria (2-1) o una alcanzada de Ezkurdia que convirtió, cruzando la pelota, en tanto (3-3).

Pero cuando empezó a pesar el calor y el desgaste físico, Miguel Merino lo notó. Erró en varias ocasiones y los azules comenzaron a mandar en el marcador. Merino II lucía su derecha y su zurda ante su vecindario y llegaban las primeras diferencias. Joseba Ezkurdia, en su primer error, dejaba el tanteador en 8-10.

Desde ese momento, los azules pisaron el acelerador. Ezkurdia siguió creciendo bien apoyado por David Merino, mientras que Irribarria marraba. Tampoco tuvieron suerte los colorados con una pelota que se picó en el suelo y que dejó sin respuesta a Merino I.

El 8-14 dejaba a la vista las diferencias en todos los cuadros. Por si faltaban desgracias a los colorados, Irribarria marraba un saque por tiro largo (9-15).

Una ilusión

Miguel Merino, en esos momentos, ya andaba justo de gasolina mientras que su hermano seguía soltando mangazos. Pero llegaron dos errores de Ezkurdia consecutivos y parecía que el choque se igualaba (13-16). Pero era una ilusión porque los errores caían por parte de ambas duplas. El último tanto que sumaron los azules fue casi cómico. Irribarria amagó entrar de gancho y Ezkurdia, pensando en el remate, no se quitó de la trayectoria y el cuero le golpeó. Cuatro tantos seguidos de los azules decantaron el partido y dieron, por fin, la primera victoria de David Merino ante sus vecinos.

En el primer encuentro de la tarde, Mendizabal III y Cecilio no tuvieron piedad de Jaka e Irusta (12-22). El ezcarayense estuvo brillante con su peculiar juego de aire y acercándose a los cuadros delanteros para firmar jugaditas, como el 11-17 o el 12-20, dos preciosas dejadas, que levantaron los aplausos del público.