Víctor Soto
Viernes, 20 de mayo 2016, 09:58
Gorka Esteban continúa exprimiendo su particular sueño. Ayer, en el frontón Labrit, eligió el material para su sexta final de Promoción, que le medirá a Mendizabal III. Para el ezcarayense no se trata de una rutina, sino de un premio. «Si en mayo del año ... pasado me hubiesen dicho que iba a vivir todo esto, no me lo hubiera creído», se sincera. La mejoría de su juego ha sido espectacular y el cierre perfecto sería encadenar su tercer título consecutivo, tras el Cuatro y Medio y el Parejas de Promoción.
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Sin embargo, Gorka no lo ve como «un premio o un trampolín». «Para mí es el resultado del trabajo bien hecho, por eso me siento tranquilo», indica. «Es como cuando vas a un examen que llevas bien preparado. Entonces, vas con mucha calma», añade.
Ayer, ambos pelotaris vivían su primer cara a cara antes de la final. Y las sensaciones de ambos resultaron positivas. El riojano eligió dos cueros de 106 y 105,8 gramos que buscaba fueran parecidas a las que encontró en el cestaño en Lasarte. Sin embargo, no las encontró y se conformó con otras «que no hacen tanto daño y que habrá que esperar a ver cómo reaccionan en un frontón que hace que las pelotas cojan mucho bote». Mientras, su rival se decantó por dos esferas de 104,5 y 104 gramos «con menos salida y menos bote», en palabras del ezcarayense.
Con el material ya empaquetado, la cuenta atrás se ha puesto en marcha y los dos pelotaris encaran con mucho respeto la final del Manomanista. «Gorka es un pelotari muy duro, que hace mucho», indicaba el de Anzuola. «Siempre ha estado muy presionado, pero en los últimos dos años ha mejorado notablemente. Ahora juega el doble. El partido será para el que más aguante», incidía.
Por su parte, el riojano enfatizaba que Mendizabal «saca partido a todos sus recursos». «Exprime sus características y se agarra a los partidos. Ni da tregua en ningún momento ni regala pelota», analizaba el de Ezcaray.
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Tampoco le pillará de nuevo la experiencia a ninguno de los contendientes, como dejaba claro Gorka: «Será mi sexta final, pero él también ha jugado finales y es más mayor que yo, así que no creo que haya nervios». «Al final entrenamos para jugar y disfrutar y las finales son especiales y es donde mejor se puede pasar. Desde que sales a calentar estás flotando. No cambiaría esa sensación por nada», indicaba Gorka.
Recuperando el tobillo
Mientras llega la final, el ezcarayense continúa entrenando y, sobre todo, cuidando su tobillo tras el fuerte esguince que le estuvo a punto de privar de las semifinales. «Lo tengo muchísimo mejor que hace un par de semanas, pero aún así, hay gestos en los que siento un poco de miedo. Pero el tobillo no va a ser excusa. Estoy para jugar, aunque lo haré con un vendaje muy fuerte», concluía el riojalteño.
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