Pablito anuncia su retirada

En esa comparecencia, Berasaluze II ha confirmado también que causará baja en las dos últimas jornadas de la competición y que será sustituido hasta el final del campeonato por el riojano Víctor Esteban. "Creo que había llegado la hora de la retirada. Llevo un montón de años y cada día me cuesta más seguir arriba. Los jóvenes empujan", ha argumentado el delantero de Berriz.

Berasaluze II debutó como profesional el 28 de febrero de 1998 en el frontón de Bergara convirtiéndose, a pesar de que en su palmarés no figura ningún título profesional, en uno de los delanteros más destacados y carismáticos del cuadro de la empresa Asegarce.

'Pablito', como era conocido en el ambiente 'pelotazale', alcanzó tres veces la final del Campeonato de Parejas, aunque no pudo calarse la 'txapela' de campeón en ninguna de ellas.

El 1999, junto a Rubén Beloki, perdió por 22-17 ante Nagore-Errandonea en el Atano III donostiarra. Catorce años después volvió a la final del Parejas con Jon Ander Albisu, pero una rotura del tendón de Aquiles en pleno partido acabó con sus opciones de triunfo ante Irujo y Zabaleta.

La última vez que Berasaluze II disputó el partido decisivo del Parejas fue el año pasado, como en 2013, en el Bizkaia bilbaíno. En esta ocasión el vizcaíno y Aitor Zubieta cedieron por 22-7 frente a Oinatz Bengoetxea y Álvaro Untoria.

Pablito tomó el testigo que le dejó Titín III como pelotari más veterano del cuadro profesional, situación ahora cederá él al zaguero navarro Abel Barriola, que debutó el 22 de febrero de 1998, fecha en la que se fundó la empresa Aspe. Por dos meses aventaja el de Leiza a su paisano Olaizola II, que debutó dos meses más tarde.

Berasaluce, hijo de Beraluce II y sobrino de Mikel Berasaluze (Berasaluze IV) inició su andadura en el profesionalismo con el nombre de Berasaluce VIII, decidió cambiar su ordinal por el de su padre como memoria a un fallecimiento que marcó también su vida deportiva y un paréntesis complicado en lo emocional.

Salpicado por las lesiones musculares, el delantero de Bérriz siempre ha demostrado más categoría como atacante que en labores defensivas, tarea en la que se puso manos a la obra de manera decidida porque ya venía bautizado con el don de la puntilla. Habilidoso hasta el extremo, pero no dotado con el músculo, ha sabido esconder intenciones a la hora de rematar y generar una enorme incertidumbre entre sus rivales y nunca ha hecho ascos a una pelota que entraba del tres para adelante, lo que ha motivado a Asegarce, su empresa, a emparejarle siempre con un zaguero de poder.

Que se retire un primero de octubre significa que la feria de San Mateo de Logroño será una de las últimas oportunidades de verle hacer filigranas y en el Adarraga recibirá, sin duda, un cariñoso abrazo de despedida.