Altuna y Merino II ponen el Adarraga en pie (22-21)

El Brothers in arms de los Dire Straits podría servir de banda sonora para el enorme partido que ambos hermanos jugaron y que, con su actitud, provocaron que sus compañeros se contagiaran de tanta energía.

El dinero se cantó cienes a setentas por los azules, como si pensaran que el mayor de la saga de Villar de Torre fuera la parte débil del cuarteto. ¡Ja!

Miguel salió respondón, pegó, defendió, puso en apuros a su hermano y, de paso, no falló más que una pelota en todo el partido.

Irujo estuvo muy atento en las ayudas, pero es que el de Ibero es todo un portento en este sentido. Cuando se cuadra entre el cuatro y el cinco no hay manera de pasarle y Merino, que está con un toque especial, tuvo serios problemas para llevar el control.

El relato del partido resulta complejo en su desarrollo, pero simple en la explicación. Darlo todo y al cien por cien desde el primer pelotazo. Así, las fuerzas y las ideas fueron bajando en intensidad a medida que circulaba un partido que se fue más allá de la hora y media de duración.

La primera oleada de tantos fue azul con un 1-5 Altuna entonado, Merino II flotaba en la cancha. Miguel no perdía pelota, pero Irujo no las olía porque no entraban dentro de su territorio.

Enganchó el de Ibero una traca de tantos seguida hasta el 6-6, igualada que se proyectó al 7 y al 8, para que Irujo le diera inercia e irse a un 13-8.

No desmayaron los azules y volvieron a la carga con el 13-12 y el 14-13, pero Irujo ampliaba el margen a un 16-13.

Para ese momento el frontón era un clamor. Gritos de ánimo para los cuatro. Bravo por el ambiente. Los cuatro estaban en el corazoncito de la grada.

Altuna y Merino II se aprovecharon en ese instante del bajón de juego de Irujo. El de Ibero estaba ya con la reserva y varios errores del delantero navarro pusieron el luminoso con un 16-19 que parecía definitivo.

Pero con la bestia de Ibero nunca se puede terminar de cantar victoria. Un nuevo arreón le proyectó a un 21-19. Dos ganchos consecutivos, una paradita en el rincón y dos errores de Altuna dejaban el partido en el abismo, especialmente cuando Altuna, en su intento por arrollar a Miguel, golpeaba en la parte alta de la pared.

Pero el carácter debe fluir a las duras y a las maduras. Y ahora tocaba remar contra corriente. Los súper clase afloran en esos momentos en los que a otros les tiemblan las canillas. Altuna dejaba en el rincón (21-20) y acertaba con una precisa cortada larga (21-21).

El frontón se venía abajo. Un clamor. Pasión, cánticos y acelere de corazones entre el público. La vibración y la pasión se habían elevado a cotas máximas.

Altuna sacaba. Prefirió que la pelota tocara pared. Había que quitar a Irujo de en medio. Tras un intercambio breve, el delantero navarro soltaba una volea bajo chapa que servía para regalar una final a sus adversarios.

El abrazo final entre Miguel y David, para una foto a tamaño real. Partidazo que dejó la sonrisa pegada entre los aficionados.

El partido tuvo una duración de 95 minutos y 834 pelotazos. Irujo logró un saque sin estrenarse Altuna. Irujo ganó doce tantos por siete errores. Altuna hizo trece con cinco fallos. Miguel Merino sólo perdió una pelota mientras que su hermano ganó uno y perdió tres.

Desafío del vino

Lo primero, advertir que este sábado el festival arrancará a las seis de la tarde y que corresponde al Desafío del Vino, como jornada previa a la gran final del torneo. La empresa que termine ganadora en los tres partidos de esta tarde recibirá un buen lote de botellas de la bodega Domus Dei.

En el primer partido de la tarde, en duelo mano a mano, Artola se va a enfrentar a Irribarría, posteriormente, en partido de parejas, Berasaluce II y Untoria, ya confirmados, se enfrentarán a Irujo y Merino, los derrotados de esta noche, aunque este extremo habrá que confirmarlo hasta el último instante, para acabar con la final del torneo Domus Dei que sirve para estimular a las parejas de segunda categoría. Han llegado a la final Arretxe II y Ladis Galarza contra el riojano Darío y Rezusta.