PPLL
Jueves, 9 de abril 2015, 08:57
Untoria ha conocido las duras y las maduras. En el 2013, llegó a las tres finales de Promoción y se calzó la chapela del Manomanista. El año siguiente, fue una travesía por el desierto marcada por las lesiones que le minaron física y psicológicamente. «Cuando ... estaba bien no era tan bueno ni con la lesión era tan malo. Son baches que hay que pasar y te enseñan mucho», explica.
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Tal vez el palo más duro fue cuando, en San Mateo del 2013, le premiaron con la compañía de Olaizola para el torneo. «Era una oportunidad muy bonita para mí pero se fue truncando. Olaizola se lesionó, luego Xala... Me hizo mucho daño. Ahora me lo tomaría de otra forma», asegura. «Ya me he olvidado de esa lesión del año pasado y de esos momentos, pero siempre hay que aprovechar lo que aprendes en cada situación», reconoce.
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