Sainz no recorta lo suficiente a Peterhansel, que sobrevive al maratón

Carlos Sainz estuvo en la lucha por la victoria hasta los metros finales. Sólo 52 segundos le separaron de acabar primero en Neom, y de no ser por un pinchazo y un par de desvíos de la zona correcta por la navegación, a buen seguro que lo habría conseguido. El problema para él es que se le acaba el tiempo. Sólo quedan cuatro etapas del Dakar, aunque una de ellas es la durísima penúltima jornada que apunta a ser determinante, pero los casi 39 minutos que aún tiene que recortarle a Peterhansel empiezan a pesar.

Sólo un fallo, una avería o un accidente del galo podrían ayudar al vigente campeón a sostener la corona. «Bueno, estoy contento. Solo hemos tenido un pinchazo en un lugar bastante difícil pero el resto nos ha ido muy bien. Estoy satisfecho con la especial», se resignaba el madrileño en el vivac. «Está reñida la carrera, un poco como el año pasado y uno no puede bajar la guardia pues cada minuto importa. No cometer ningún error es prácticamente imposible, pero lo que sí hay que evitar a toda costa son los grandes errores», terciaba Peterhansel.

Más allá de la concentración, la suerte será un factor determinante. Especialmente para conservar la mecánica, ya que en cualquier momento una avería puede dar al traste con las opciones de los corredores. Que se lo digan a Cristina Gutiérrez: la burgalesa, que había logrado la histórica victoria en la primera etapa, tuvo que abandonar la competición por la rotura de su caja de cambios antes de tomar la salida. Continuará en la modalidad 'Dakar Experience', que es básicamente realizar la misma travesía pero de paseo. Ademas, ejercerá de asistencia para el resto de competidores de su equipo.

La lucha por la victoria final en motos está cada día más abierta, aunque después de lo que ha hecho Toby Price en estas dos jornadas ya son muchos los que le consideran el vencedor moral. El australiano, ganador en 2016 y 2019, tuvo un percance el domingo: se fue al suelo y la rueda trasera acabó rajada. El problema era mayúsculo, ya que al no tener asistencias tampoco contaba con rueda de repuesto. Así que tiró de un viejo dicho en mecánica: si algo se mueve y no se tiene que mover, usa bridas y cinta americana.

Dicho y hecho: en el campamento ató unas cuantas tiras, le puso cinta y salió a pista ayer. Tan buen resultado le dio que llegó a liderar durante la mitad de la etapa, hasta que en el repostaje se dio cuenta de que se le habían soltado todas las bridas menos una. Ahí empezó a pensar en aflojar, y pese a todo estuvo a punto de ganar. El vencedor de la jornada fue Nacho Cornejo, que ahora se escapa ligeramente de la clasificación a apenas un minuto y 5 segundos.

Joan Barreda tuvo un día de más a menos. Por las trazadas más duras del la etapa, las iniciales, fue de los más rápidos e incluso se colocó como referente hasta los últimos kilómetros. En cuanto entraron las dunas en acción, Barreda tuvo un pequeño despiste de navegación y se dejó cinco minutos, si bien no fue el único en caer en ese último 'waypoint', una de las grandes trampas de esta jornada. Al final, sexto del día a 5:47 y quinto en la general.

Puede dar gracias de haber llegado hasta aquí intacto, algo que no podrá decir otro de los favoritos. El francés Xavier de Soultrait tuvo que ser evacuado en helicóptero tras un fuerte accidente en el kilómetro 247. El de Husqvarna no sufrió heridas graves, y llegó consciente al centro, pero su participación en este Dakar, que llegó a liderar, ha acabado de manera muy abrupta.