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BORJA GONZÁLEZ
SPIELBERG
Jueves, 12 de agosto 2021, 12:40
El jueves del segundo gran premio en el Red Bull Ring debería de haber tenido como protagonista a Jorge Martín, el increíble ganador el pasado domingo en el trazado austriaco. Fue la sexta victoria en siete carreras en este escenario para Ducati, la primera lograda ... por un piloto no enrolado en el equipo oficial de la casa italiana, uno que subió a lo más alto de un cajón de MotoGP en la que solo era su sexta carrera en la categoría. Un triunfo que, sumado a su 'pole', debe colocar a Martín en el número 1 de favoritos para el domingo, si las condiciones no cambian mucho de una semana a otra (la irrupción de la lluvia es algo habitual en Spielberg, además de que cualquier variación de la temperatura del asfalto suele hacer que los neumáticos se comporten de manera muy distinta). «Ahora tenemos otra carrera aquí y tenemos que mantenernos concentrados. No tienes tanto tiempo para disfrutarlo y quizá eso es positivo, porque no quiero venirme arriba», apuntaba Jorge Martín este jueves desde el circuito.
También debería haberse centrado este jueves en la lucha por el título, tras el buen tercer puesto de Fabio Quartararo cuatro días antes, en un circuito tradicionalmente difícil para Yamaha, y el segundo de Joan Mir, que ahora ya sí que parece en disposición de poder pelear por una victoria. «Por ahora no miro el campeonato, simplemente quiero poder conseguir victorias y es lo que intentaré cada fin de semana. Y al final veremos dónde estoy», mantenía el mallorquín como discurso, consciente de los 51 puntos de desventaja que tiene con el líder. Y el mal resultado de la Ducati oficial de Pecco Bagnaia, undécimo, al que sin lugar a dudas perjudicó la bandera roja que Dirección de Carrera sacó tras la caída de Dani Pedrosa en la tercera vuelta y la posterior de Lorenzo Savadori al impactar con la KTM del español.
Pero, no, el protagonismo de la jornada previa al inicio del Gran Premio de Austria recayó en Yamaha y en Maverick Viñales, tras el anuncio de la casa japonesa de que el piloto español había sido suspendido para este fin de semana. «La ausencia del piloto por Yamaha se debe a la inexplicable e irregular operación en la moto que el piloto llevó a cabo el pasado fin de semana en el Gran Premio de Estiria», comenzaba el comunicado de Yamaha, que no usó ningún portavoz oficial para explicar qué había sucedido el domingo.
Viñales sufrió un problema en el inicio de la prueba (se le paró la moto) que le obligó a salir desde el 'pit lane'. A partir de ahí estuvo ocupando la cola de la carrera hasta que en sus últimas dos vueltas, porque se retiró a falta de una, empezó a mostrar un ritmo asombrosamente lento. Desde la pista, algunos testigos comentaban este jueves que el motor de la Yamaha iba haciendo un ruido muy brusco, lo mismo que ocurrió cuando Viñales encaraba el camino de boxes.
«La decisión de Yamaha llega tras un profundo análisis de la telemetría y de los datos llevado a cabo en los últimos días», exponía la escudería del español. «La conclusión de Yamaha es que las acciones del piloto podrían haber causado un daño significativo en el motor de su moto que podría haber ocasionado serios riesgos tanto para el propio piloto y posiblemente puesto en peligro a los demás pilotos de MotoGP». Una dura explicación que apunta a la posibilidad de que Viñales voluntariamente estuviese tratando de provocar una rotura del propulsor de su moto, un extremo que no cuenta con la réplica del de Roses una vez que no hizo declaraciones en la jornada previa al comienzo del gran premio austriaco.
Un hecho que se suma al malestar creciente entre las dos partes, que tuvo su episodio más sonoro cuando justo antes del inicio del periodo de descanso estival ambos anunciaron que no iban a cumplir con el año de contrato que les unía también para 2022. «Se terminó el silencio. Lo de hoy es vergonzoso. Hacer estas cosas al piloto porque se va», había escrito en sus redes sociales tras la carrera del pasado domingo Ángel Viñales, padre del piloto, en alusión al problema en la salida que dejó a su hijo sin opciones de competir por algo interesante.
«Yo con el equipo y con mis mecánicos estoy genial. Otra cosa es con los jefes del equipo, pero con mis mecánicos estoy genial y estoy agradecido, porque están dando el máximo», había apuntado tras esa carrera el piloto. «Tenemos que continuar apretando y ojalá de aquí a final de año tenga oportunidad de tener la moto que tuve en la primera carrera», agregó. Algo que está por ver. De momento Yamaha solo ha comunicado su baja para este fin de semana; pero tal y como está transcurriendo todo es difícil imaginar a Viñales subido de nuevo a la moto azul.
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