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Jesus Gutiérrez
Lunes, 23 de diciembre 2024, 12:07
El curso motociclístico 2024 se recordará por el superlativo mano a mano que protagonizaron Jorge Martín y Pecco Bagnaia y que no se resolvió hasta la última carrera del año en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Fue una reedición de lo sucedido un año antes, ... con los mismos protagonistas, aunque con los papeles cambiados. Entonces el campeón fue el italiano y el español presionó hasta el final. Esta temporada Martín fue líder prácticamente de inicio a fin y contuvo las embestidas dominicales de su rival, que también cometió más errores.
Los sprint del sábado volvieron a ser territorio del de San Sebastián de los Reyes, con siete victorias y dieciséis podios, sumando 171 puntos frente a los 128 de su contendiente. Gracias a ello compensó el rodillo que impuso Bagnaia los domingos, con once victorias frente a las tres del español, que minimizó daños con diez segundos puestos. Diez platas valieron su peso en oro. La regularidad de Jorge Martín fue una de las claves, especialmente en la parte decisiva del año, y es que solo se bajó del podio en una ocasión en la segunda mitad del campeonato. Por el contrario, Pecco Bagnaia acabó el curso con un total de ocho ceros, demasiados errores frente a un indestructible Martinator.
Jorge Martín no solo demostró su madurez dentro de la pista, también una fuerza mental de acero para sobreponerse a un nuevo no de Ducati, que eligió a Márquez por delante de él para las dos próximas temporadas. El madrileño, que había hecho méritos de sobra para vestir de rojo oficial, buscó ese cariño fuera de la marca con la que siempre había competido en MotoGP. Quedaba todavía más de media temporada por delante y, aunque había cierto recelo en el ambiente por si la batalla entre Ducati no fuera en igualdad de condiciones, el comportamiento de ambas partes fue una oda al juego limpio y la profesionalidad. Jorge Martín se coronó en la cima del motociclismo y, por primera vez en más de dos décadas, un piloto de un equipo satélite conquistó el título de la clase reina.
El renacido Márquez
Al margen del duelo Martín-Bagnaia, el otro gran nombre propio de 2024 fue Marc Márquez. Arrancaba un curso que para él significaba un todo o nada. Había dejado atrás el equipo de toda su vida en busca de una Ducati, la moto dominante, pero en el seno de la modesta escudería familiar del Gresini Racing y con una MotoGP de 2023. Y con esas armas, el octocampeón del mundo recuperó su mejor versión. En su segunda carrera ya subió al podio en un sprint. En la cuarta, en Jerez, ya disputó la victoria a Bagnaia en una carrera de domingo, llegando a enlazar seis fines de semana consecutivos pisando el cajón.
La victoria parecía cuestión de tiempo, pero se resistió hasta la duodécima prueba de la temporada. En uno de sus circuitos fetiches, Aragón, y por aplastamiento, logrando pole, victorias al sprint y en carreras, y vuelta rápida en ambas. Aquel 1 de septiembre de 2024 Márquez volvía a poner su contador de victorias a cero, tras 1.043 días sin ganar. Después de su triunfo en Alcañiz, repitió victoria en San Marino una semana después y completó su particular 'hat trick' en Australia, para sellar la tercera posición en el campeonato. Aunque nunca fue contendiente al título, cumplió sus objetivos en 2024, recuperar su mejor versión y fichar por Ducati 2025 y 2026 donde, esta vez sí, tendrá las mejores armas para recuperar el trono del motociclismo mundial.
Dinastía Ducati
Por tercera temporada consecutiva, Ducati arrasó, en su temporada más hegemónica. Ganó 19 de las 20 carreras y 17 de 20 sprint. Copó las cuatro primeras posiciones de la clasificación final y entre Bastianini (4º) y Binder (5º) hubo casi 200 puntos de diferencia. Aprilia y KTM se repartieron las migas en forma de podios esporádicos y de algunas victorias de nivel, como la que consiguió Maverick Viñales con la Aprilia en Texas, el único lunar de Ducati en una carrera de domingo.
En este escenario teñido de rojo, brilló un joven debutante que estuvo a la altura de sus inmensas expectativas. Pedro Acosta subió al podio en su segunda carrera en MotoGP y acarició la victoria en la tercera. Sin embargo, conforme avanzaba la temporada la distancia entre las Ducati y su KTM se hacía más evidente y el de Mazarrón se tuvo que conformar con la sexta posición y un puñado de podios en su temporada de rookie.
La cruz, un año más, las fábricas japonesas que en 2024 no fueron ni la sombra de su legado. Se vieron los primeros brotes verdes en Yamaha, especialmente en la figura del ex campeón Fabio Quartararo, que en el tramo final de la temporada batalló constantemente en el segundo grupo. Honda tocó fondo en su peor año. Sus cuatro pilotos cerraron constantemente la clasificación y los dos del histórico equipo oficial Repsol Honda acabaron últimos. Un triste epílogo para los colores más icónicos en la historia del campeonato, ya que la petrolera española anunció su adiós tras tres décadas de exitosa unión.
La llegada de Márquez al equipo oficial Ducati será el principal foco de atención para la temporada 2025. El piloto más laureado de la actual parrilla (seis títulos de MotoGP) aterrizará en la fábrica que domina con mano de hierro la categoría. A su lado tendrá a todo un bicampeón de la clase reina, Pecco Bagnaia, que en las cuatro últimas temporadas ha terminado primero o segundo. Ambos ya compartieron box en el test de post temporada en noviembre, donde el italiano aventajó al español en apenas 56 milésimas. Aquella jornada el Cervera vistió de rojo flúor y pudo comprobar el gran salto que había entre su actual montura y la que pilotará la próxima temporada.La llegada de Márquez al equipo oficial Ducati será el principal foco de atención para la temporada 2025.
El piloto más laureado de la actual parrilla (seis títulos de MotoGP) aterrizará en la fábrica que domina con mano de hierro la categoría. A su lado tendrá a todo un bicampeón de la clase reina, Pecco Bagnaia, que en las cuatro últimas temporadas ha terminado primero o segundo. Ambos ya compartieron box en el test de post temporada en noviembre, donde el italiano aventajó al español en apenas 56 milésimas. Aquella jornada el Cervera vistió de rojo flúor y pudo comprobar el gran salto que había entre su actual montura y la que pilotará la próxima temporada. Todo apunta a que el curso 2025 será un duelo entre ambos, aunque en la última comparecencia pública de Márquez antes del parón de invierno, el propio protagonista descartaba esta posibilidad.
«No va a ser un Mundial entre Bagnaia y yo. Está Acosta, hay que ver a Martin con la Aprilia, a Viñales con la KTM… Es verdad que estoy en el mejor equipo y con la mejor moto. Tengo las mejores herramientas posibles y está en mis manos lucharlo. Leo que voy a arrasar con la Ducati oficial, pero estamos en MotoGP y en el deporte no se vive del pasado, se vive del presente». Sería una sorpresa que Ducati no mantuviera su hegemonía, a pesar de perder dos motos en 2025. Pasará de ocho unidades a seis, con la fuga del equipo Pramac a Yamaha, pero la superioridad con la que acabó la temporada pasada es tan grande que parece una quimera que tanto KTM como Aprilia puedan recortar esa desventaja durante el invierno. Las otras dos marcas europeas tienen motivos para ser optimistas.
Con la llegada de Jorge Martín, Aprilia lucirá el dorsal 1 por primera vez en MotoGP y el vigente campeón les dará también mucha velocidad y visibilidad. En KTM, y a pesar de los problemas económicos de la compañía que anunció hace unas semanas un concurso de acreedores, tendrán la mejor alineación posible con Acosta vistiendo de naranja, además de Viñales y Bastianini.
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