Pedro Acosta, durante el GP de Catar. EP
Análisis

Pedro Acosta y las primeras veces en MotoGP

El sonado debut del piloto murciano en la clase reina del Mundial no pasó desapercibido, dando espectáculo en la pista, aunque acabó pagando la novatada

Jesús Gutiérrez

Lunes, 11 de marzo 2024, 14:45

«Era todo tan bonito que no podía salir así de bien la primera vez. Esto es como cuando pierdes la virginidad: todo parece que va bien y luego la cagas por algún lado». Con su desparpajo habitual Pedro Acosta describía ante del micro de ... Dazn cómo había vivido su estreno en una carrera de MotoGP.

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El murciano puso el espectáculo en la noche catarí con un carrusel de adelantamientos durante la primera mitad de la carrera que le hicieron soñar con el podio y más allá. Llegó a rodar en cuarta posición pasado el ecuador de la carrera, tras un simbólico adelantamiento a Marc Márquez, que algunos interpretaron como el preludio del cambio de era en MotoGP. Sin embargo, acabó sufriendo en el tramo final de la prueba, cuando sus neumáticos dijeron basta y cayó hasta la novena posición final. Y es que, mientras el resto de la parrilla gestionaba las gomas, Acosta pecó de inexperiencia y tanta agresividad inicial acabó por dejar su KTM en las lonas.

Pese a todo, el de Mazarrón entró en su box aplaudido por todo su equipo y con una inmensa sonrisa. Nada que ver con el gesto contrariado del sprint del sábado, pese a que terminó una posición por encima, octavo. El domingo, y pese a todo, Acosta se lo había pasado en grande. «Se ha visto ese Pedro que de Moto3, que salía el 15 y en dos vueltas estaba delante. Me lo ha pasado muy bien encima de la moto. Esos momentos en los que miras para un lado y la moto ya lo hace y vas bailando sin pisarte los pie», explicaba el joven talento de 19 años, casi tan bueno con sus analogías delante de un micrófono como en la pista.

Antes incluso de completar su primer fin de semana en MotoGP, había unanimidad dentro del paddock a la hora de considerar a Acosta como un piloto especial, y ha quedado refrendado tras el GP de Catar. Pero ¿y si se compara con lo que hicieron otros jóvenes prodigios en sus primeras carreras en la clase reina? Ahí sí que hay diferencias. Dani Pedrosa fue segundo en su debut en 2006. Misma posición que Jorge Lorenzo en 2008 y además el balear había hecho la pole un día antes. Mientras que Marc Márquez fue tercero en 2013. Es cierto que entonces había muchas menos motos competitivas en la parrilla y los tres españoles aterrizaron en MotoGP en un equipo de fábrica, con una moto ganadora.

El campeonato ha trabajado mucho por la ansiada igualdad entre motos, lo que ha facilitado que equipos satélites (como en el que corre Acosta) pueden plantar cara a los oficiales. Y pese a todo, Ducati es la moto hegemónica y hay ocho DesmosediciGP en pista a los que ganar. De hecho, por delante del murciano quedaron seis Ducati, una Aprilia y una única KTM igual que la suya. Es imposible comparar dos épocas tan diferentes, pese a que solo haya una década de diferencia, pero lo que sí se parecen es que Pedro Acosta hizo tanto ruido en su primera vez, como en su día lo hicieron Pedrosa, Lorenzo o Márquez.

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Bagnaia golpea primero

Francesco Bagnaia, el bicampeón de MotoGP volvió a demostrar su carácter sosegado y su inteligencia en la pista. Después de un inicio de gran premio decepcionante, con la quinta posición de la parrilla y la cuarta en el sprint. Sin embargo, en solo cuatro curvas el italiano dio la vuelta a la situación el domingo. Con una carrera perfecta que le llevó de nuevo al frente de la clasificación general.

De nuevo, el liderato fue efímero para Jorge Martín. Como en 2023 solo le duró 24 horas, aunque el madrileño tiene toda la temporada por delante para recuperarlo. El madrileño sigue siendo más fuerte los sábados que los domingos, aunque en las carreras largas se repartan casi el 70 % de los puntos.

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Y el que completó un estreno más que sólido fue Marc Márquez en su primera carrera con la Ducati. «Habría firmado empezar así en Catar», explicaba el de Cervera, que terminó con un quinto y un cuarto en un circuito que tradicionalmente se le ha dado mal y con mucho margen de mejora por delante. No tardará en quitarse ese perfil bajo con el que ha comenzado la temporada y quizás sea en dos semanas, cuando el Mundial de MotoGP haga su segunda parada en el Gran Premio de Portugal.

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