MotoGP busca dinastía

La temporada que se avecina está marcada en rojo por el pequeño genio catalán. La última operación a la que se sometió en el pasado mes de junio debería ser la definitiva. Y visto el nivel que alcanzó en el final de la temporada pasada, nada hace presagiar que no esté en condiciones físicas de luchar por su séptimo título de MotoGP. De lograrlo igualaría en números a Valentino Rossi, otra motivación extra. En su última comparecencia pública antes de iniciar sus vacaciones invernales, Márquez explicó que todavía mantenía un entrenamiento específico en el brazo, pero que su «obligación en 2023 es luchar por el Mundial». Toda una declaración de intenciones.

Aunque para conocer el verdadero nivel de Márquez (y el de Honda) habrá que esperar hasta el próximo mes de febrero, cuando arranquen los tradicionales test de pretemporada en el circuito de Sepang (Malasia). En los últimos entrenamientos del año en Valencia, Márquez no acabó satisfecho con el rendimiento de su Honda, y depositaba toda su confianza en que durante el parón invernal la fábrica japonesa revertiera una situación que la ha puesto la cola de los constructores. Sabiendo el malestar de su piloto franquicia, Honda ha echado el resto con los fichajes de Joan Mir, que compartirá box con Márquez, y de Álex Rins, que competirá en su estructura satélite LCR. Y mientras Honda ficha talento para volver a su sitio natural, en Yamaha lo fían todo a su diamante, Fabio Quartararo. Y es que por primera vez en la historia de MotoGP, alineará solo dos motos y concentrará todos sus esfuerzos en satisfacer al genial piloto galo.

Al otro lado del mundo, las celebraciones por el título de Pecco Bagnaia se alargaron hasta bien entrado el mes de diciembre en la fábrica de Bolonia. Ducati será un año más la moto a batir, tanto en número (mantienen ocho pilotos en nómina), como en potencial, ya que apenas ha retocado una máquina casi perfecta. Las novedades llegan en el plano humano: Enea Bastianini, la revelación de 2022, asciende al equipo oficial como compañero de Bagnaia; mientras que Álex Márquez ocupará su lugar en el equipo satélite Gresini. Al pequeño de los Márquez solo le bastó un día de test en Valencia para sonreír viendo el nivel de la moto italiana en comparación con la Honda que había pilotado hasta ahora.

Después de convertirse en cisne la temporada pasada, Aleix Espargaró merece estar en la nómina de aspirantes en 2023. Será un año clave para consolidarse en la élite y junto a Maverick Viñales formará una de las parejas más solventes de MotoGP. El proyecto de Aprilia no para de crecer y contarán con la ayuda de dos motos satélites en manos del portugués Miguel Oliveira y el joven talento madrileño Raúl Fernández.

La otra marca europea, KTM, también alienará cuatro motos en la parrilla. Las oficiales del sudafricano Binder y del australiano Miller; y las de su estructura satélite, renombradas con los colores de la firma catalana GasGas. Un tándem cien por cien español que forman: Pol Espargaró, que regresa con la moto austriaca tras su amargo paso por Honda; y el vigente campeón de Moto2, Augusto Fernández, el único rookie presente en la categoría reina en 2023.

Uno de los puntos calientes de la temporada 2023 estará en Moto2, donde coincidirán dos pilotos de 18 años llamados a marcar una época en el campeonato: Pedro Acosta e Izan Guevara, los dos últimos campeones de Moto3. El del Puerto de Mazarrón ya sabe lo que es ganar en esta cilindrada y muchos le ven como el rival a batir en su segundo año en la categoría. Para el de Palma de Mallorca será su primera incursión en Moto2, pero cuenta con una trayectoria casi inmaculada, tras haber conquistado todos los campeonatos donde ha competido. Además de Acosta y Guevara, el motociclismo español contará con las bazas de los de Arón Canet, Albert Arenas o Alonso López en una nómina de favoritos donde destaca el subcampeón de 2022, Ai Ogura.

Como es habitual en la menor de las cilindradas, la parrilla de Moto3 se renovará de cara a 2023 y no estarán los pilotos que fueron protagonistas la pasada campaña, todos ellos promocionados a Moto2. Su lugar lo deberían ocupar veteranos como Ayumu Sasaki, Deniz Öncü y Jaume Masià; o jóvenes talentos que debutaron la pasada temporada como Dani Holgado, Iván Ortolá o David Muñoz. Pero en una categoría tan impredecible como Moto3 por qué no contar con un novato como el sevillano José Antonio Rueda, al que muchos consideran nueva perla del motociclismo español.