Mir y Suzuki aceleran en MotoGP

«La primera victoria ha llegado en el momento que la esperaba, no podría haber llegado en un mejor momento. Está claro que después de la carrera de Austria no me hubiera gustado acabar la temporada sin ninguna victoria. No por nada, simplemente porque creo que en alguna carrera lo teníamos hecho y por mala suerte no lo pudimos conseguir. Cada vez se hacía más complicado conseguirla porque cada vez había más en juego y conseguirla ha sido brutal. Demuestra que la presión no me está afectando», resumía un satisfecho Mir, tras un día en el que dio un golpe sobre el especial tablero 2020 de la categoría.

Golpe del mallorquín y golpe de Suzuki, la marca que menos motos tiene en la parrilla y que ha confirmado una impresión extendida en el 'paddock' desde la pretemporada: han conseguido hacer la moto más equilibrada, un factor crucial para un curso tan variable como el actual. De hecho, este domingo logró su primer doblete en lo más alto de un podio en 38 años, tiene al líder de la categoría y al tercer clasificado, con los mismos puntos que el segundo, y encabeza las clasificaciones de constructores (siete puntos por delante de Ducati) y de equipos (82 sobre el Petronas Yamaha).

«Tenemos que ser más inteligentes que los demás en este caso», apuntaba Mir sobre un posible duelo final contra Rins, que no renuncia a sus opciones de ser campeón. «Yo me estoy jugando un título, él también. Él también se juega estar segundo en el campeonato. Ver quién de los dos la tiene más larga hace que nos podamos caer y que nos pasen todos delante, esto lo tendrá que valorar. No es lo que Suzuki necesita ni lo que yo necesito ni lo que él necesita. Necesitamos hacer carreras inteligentes y que luego gane el más rápido. Más que mirar por uno mismo, tienes que mirar por la marca. A nosotros nos paga Suzuki y esto hay que tenerlo en cuenta. Yo creo que él lo tiene en cuenta», añadía.

El mallorquín, de hecho, podría ser campeón ya este próximo domingo. La cuenta más sencilla es que suba al podio, algo que confirmaría su corona; la general dice que tiene que salir con 26 puntos de margen, lo que significa que puede perder once respecto a Quartararo o Rins, el que esté más fuerte en menos de una semana. «37 puntos de 50: matemáticamente podemos y no vamos a tirar la toalla», aseguraba Rins. «Joan está muy fuerte y es muy constante. La verdad que va a ser complicado, pero lo vamos a intentar. Si no vamos a conseguir el primero, vamos a luchar por el subcampeonato con Fabio. Pero me he ganado el derecho de luchar por el título», analizaba por su parte Rins.

Posibilidades, sí, aunque ya empiezan a parecer algo remotas con la campaña a punto de finalizar. Y esto en el contexto de la importancia que para Suzuki tiene este título, el primero que lograrían desde el de 500cc de Kenny Roberts Jr. en 2000, el primero en la era MotoGP en un proyecto que se remozó por completo y que tras abandonar el Mundial al final de 2011, regresó a la categoría en 2015. «Estamos liderando todas las clasificaciones, así que en Japón están muy muy felices. Todos consideran que estamos haciendo una gran labor y no es fácil por el nivel que hay hoy en el Mundial. Ellos han hecho una gran labor estos años para llegar a este punto y nosotros estamos trabajando muy bien ahora», resumía Rins como sentir general de la que, por el momento, está siendo la gran triunfadora del año.