Jorge Martín: caer está permitido, levantarse es obligatorio

Cuando te estás jugando un título, tener la capacidad mental de levantarse de un día para otro, es casi tan importante o más que la propia velocidad. «Nos vamos igual o un poco mejor de lo que vinimos. Es obvio que, en cuanto a puntos, estamos un poco peor, pero queda un gran premio menos y lo importante es estar alerta, no confiarse, porque cuando me confío es cuando cometo errores. Tengo que mantener ese equilibrio», reflexionaba Martín tras volver a lo alto del podio el pasado domingo.

En la otra orilla, el siempre elegante Pecco Bagnaia reconocía la superioridad del madrileño. «Han sido mejores que nosotros, así que tendremos que aprender cómo lo hacen», decía el italiano, que daba por bueno el resultado global de un fin de semana donde podría haberse dejado muchas opciones de título, si no llega a ser por ese error de Martín el sábado. «Al final, he recortado tres puntos, que era el objetivo más importante. Está claro que tuvimos suerte con la caída de Martín el sábado, pero tenemos que seguir así, porque quedan diez finales».

Si algo dejó claro la cita de Indonesia es que, definitivamente, el campeonato será cosa de dos. Sendos ceros de los dos 'outsiders', Marc Márquez por rotura de motor y Enea Bastianini por caída, dejan la lucha por el título en un mano a mano entre Martín y Bagnaia. Quedan por delante cinco grandes premios, diez salidas entre sprint y carreras y 185 puntos en juego. Y en esta batalla sin cuartel, como hizo gala el de San Sebastián de los Reyes este fin de semana, caerse está permitido, levantarse es obligatorio.

En plena era Ducati, cuando mayor es su dominio en MotoGP, hay un joven piloto que va a contracorriente y es capaz de emparedarse entre las motos italianas y llegar a soñar con la victoria. «Sí que he soñado, pero necesitaba acabar la carrera en el puesto que fuese porque llevaba dos domingos siendo muy competitivo, pero cometiendo errores. Lo que falta ahora es esa consistencia en el podio, pero estamos llegando porque hoy solo nos han sacado un segundo y medio», señalaba Pedro Acosta. El murciano nunca se había quedado tan cerca de ganar una carrera de MotoGP. Y eso que durante casi un par de horas su podio había quedado en pausa por una investigación abierta por posible infracción de la presión mínima del neumático. No hubo sanción, pero a Acosta le amargaron la ceremonia del podio, ya que estuvo más serio que de costumbre.

A nadie sorprende ya este joven murciano, rookie en 2024, que marcha quinto clasificado en el Mundial y es el primer piloto no Ducati. Después de dejar con la boca abierta a más de uno en el inicio de su andadura en la categoría de MotoGP, Acosta pasó un bache en la parte central del campeonato, justo cuando más se acercaba una fecha que muchos habían marcado en rojo en el mes de junio. Si lograba vencer antes de la carrera de Alemania (décima de la temporada) batiría un récord de precocidad de Márquez que parecía imposible hace no tanto. Un hito que le presionó durante varias carreras, como reconoció más tarde, pero del que ya se liberó después del verano.

El de Mazarrón ha recuperado su mejor versión y promete dar guerra de aquí a final de año, con su particular forma de contar las cosas. «Ya dije a principio de año que KTM antes o después iba a ser la pesadilla de muchas marcas dentro de MotoGP. Tenemos muchos bolsillos y muchas décimas escondidas en ellos, lo que hace falta es encontrar en que bolsillo están. Este fin de semana hemos abierto el bolsillo que era».