Ducati es la marca hegemónica de MotoGP. Lo volvió a demostrar el pasado domingo en Silverstone con pleno de sus pilotos en el podio. Lleva siete consecutivos, algo que no se había visto nunca en la categoría de MotoGP. Y su dominio no se quedó ... ahí ya que sus ocho motos terminaron entre los diez primeros y solo la Aprilia de Aleix Espargaró (sexto) y la KTM de Pedro Acosta (noveno) evitaron una fiesta total en la sede de Bolonia. Nunca una marca había exhibido tanta superioridad como actualmente está mostrando Ducati, algo que tendrá muy difícil de repetir la próxima temporada. Primero, porque pierden dos motos; segundo, porque han dejado escapar también mucho talento humano.
Cuando Ducati eligió a Marc Márquez como compañero de box del vigente campeón Pecco Bagnaia las dos próximas temporadas, provocó una reacción en cadena, con la salida Jorge Martín y Marco Bezzecchi (tercero en 2023) con destino a Aprilia en 2025, y con la de Enea Bastianini que será piloto KTM.
«No entendí la elección de Ducati. Han perdido a dos pilotos como Jorge y como yo, pero la respeto». Así respondía Enea Bastianini en rueda de prensa a la pregunta directa sobre qué le parecía la decisión de la que todavía es su marca. Un mensaje que sonaba a reivindicación y que no podía llegar en un momento más oportuno. Justo en el mejor fin de semana de La Bestia desde que es piloto de MotoGP, ya que se unió al exclusivo club de ganadores en un sprint de sábado y en la carrera de domingo en un mismo gran premio. Y en ambas ocasiones, en Silverstone, el segundo clasificado fue Jorge Martín, que recuperaba de paso el liderato de la clase reina. Por detrás, Bagnaia y Márquez acabaron tercero y cuarto respectivamente el domingo, después de que ambos se hubieran ido al suelo en el sprint del sábado.
Un Mundial de dos o de cuatro
Justo en el ecuador del campeonato, con diez pruebas ya disputadas y otras diez por delante, la lucha por el título está al rojo vivo. Solo tres puntos separan a Jorge Martín de Pecco Bagnaia, los dos claros candidatos a la corona de la clase reina del motociclismo. Más descolgados se sitúan Enea Bastianini, a 49, y un Marc Márquez que ya está a 62. ¿Llegarán a tiempo para plantar cara al campeón y subcampeón de 2023? ¿Será un Mundial de dos o de cuatro?
«Por el momento, no me considero un candidato al título», respondía el piloto italiano tras su doblete de Silverstone. «Tanto Pecco como Jorge han demostrado mayor regularidad, siempre están ahí delante, mientras que yo a veces tengo buenas sensaciones y otras me quedo atrás. Si quiero ser aspirante al título debo tener más constancia. Este puede ser un buen punto de partida y quiero seguir en esta misma línea lo que queda de campeonato». Si casi nadie veía a Bastianini aspirante al título hasta este pasado fin de semana, su nombre vuelve a estar en las casas de apuestas, sin olvidar que lleva una Ducati 'pata negra' y viste los de rojo oficial como Bagnaia.
Precisamente su compañero de box también espera otro Bastianini a partir de ahora. «Lo único que le ha faltado es constancia a nivel de resultados, pero los resultados de este fin de semana le van a dar mucha confianza. Si tiene esa regularidad va a estar peleando el título hasta el final, porque es muy rápido, especialmente en los últimos tramos de las carreras, con las gomas usadas». Lo que no espera Bagnaia es labor de equipo por parte del que todavía es su compañero: «Enea cambiará de equipo el año que viene así que no creo que pueda contar con su ayuda en la pelea por el título».
En cuanto a Márquez, con una Ducati del año pasado, se sintió mucho más lejos de sus rivales por primera vez en mucho tiempo, a pesar de que salvó los muebles con la cuarta posición final pero lejos de cabeza. Quizás sea por la inferioridad mecánica o por la menor experiencia con la moto italiana, lo cierto es que al de Cervera se le han escapado los dos primeros de una batalla en la que ya no se ve. «Ya dije que este año el objetivo no era el título. Claro que me gustaría pelearlo, como a todo el mundo, pero no hay más».
Un discurso que el líder de MotoGP, Jorge Martín, no acaba de comprar. Tras su error en Alemania, justo antes del parón de verano, necesitaba un fin de semana así para resarcirse, con dos segundas posiciones y metiendo muchos puntos a Bagnaia. El madrileño está completamente enfocado para ganar un título que se le escapó el año pasado en la última cita de Valencia y no le importa cuántos rivales estén en la pelea. «Que haya uno, dos o tres rivales no me cambia nada. Mi objetivo es centrarme en mi pilotaje, dar mi mejor versión, y eso es lo que puedo controlar. Que Marc se descarte no sirve de nada, porque de repente puede tocar la tecla y ganar todas las carreras. Será un año largo y será importante llegar con opciones hasta el final».
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