La dulce derrota de Marc Márquez
El español celebró como nunca una segunda posición, su primer podio del año un domingo, y dio por completada en Jerez su fase de adaptación a la Ducati
Jesús Gutiérrez
Madrid
Lunes, 29 de abril 2024, 15:32
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Jesús Gutiérrez
Madrid
Lunes, 29 de abril 2024, 15:32
Tras completar las 25 vueltas del Gran Premio de España, Marc Márquez se dio un baño de masas con una afición que había acudido en masa al circuito de Jerez y que todavía le adora. Incluso más que antes de aquella maldita lesión que ... había abierto un paréntesis de casi cuatro años de sufrimiento. Un éxtasis total que se alargó durante toda la ceremonia del podio y que dejaba claro que, pese a no haber podido con Pecco Bagnaia en una batalla sin cuartel, daba por buena esa segunda posición. «Hoy sólo he ganado. No lo considero derrota. He ganado en mi plan, en el trayecto que tengo en mi cabeza y que cada vez está más cerca», contaba el de Cervera ante los medios, ya con las revoluciones bajadas y antes de escribir en sus redes sociales que el de Jerez había sido el mejor podio de su carrera deportiva.
¿Y cuál es el plan de Márquez? Así lo resumía el protagonista: «En el deporte a veces pesan más las lesiones mentales que las físicas. Tuve una lesión muy grave, pero esto también te provoca una lesión mental que la tienes que ir curando poco a poco. Y eso no significa que estés derrotado, significa coger una buena inercia y recuperar confianza. La apuesta que hice este año fue arriesgada, pero le puse ese coraje que a veces un deportista le tiene que poner para enfrentarse a pecho abierto a lo que venga y, de momento, me está saliendo bien». Solo hay que ver los números. Y es que en solo cuatro carreras ya tiene el mismo número de podios que en todo 2023 y ha mejorado su mejor resultado del año pasado.
Desde sus primeros kilómetros sobre la Ducati ya se intuía que la película iba a cambiar esta temporada, pero por más que Márquez pidiese calma y marcase un perfil bajo, se le exigían resultados, quizás demasiado pronto. No se olvidan once años pilotando una Honda de la noche a la mañana y más con una MotoGP que tiene un concepto completamente opuesto. El piloto español no quiso saltarse ninguna etapa. Antes de pensar en el campeonato había que entender cómo ir rápido y si su estilo de pilotaje se adaptaba al de la Ducati. Antes de pensar en hacer la pole había que haber estado en primera fila. Y antes que pensar en lograr una victoria, había que haber hecho un podio.
Todo eso ya se ha cumplido en Jerez, donde el de Cervera daba por finalizado su proceso de adaptación y empezaba a pensar, ya sin rubor, en clave título: «Pese a que he hecho un inicio de campeonato pésimo, con dos ceros, estamos sólo a 32 puntos. Y para mí ya es un orgullo estar batallando de tú a tú con los líderes de Ducati».
En Jerez se vivió la mejor batalla que se puede ver ahora mismo en MotoGP. Al menos, con el palmarés en la mano, ya que se enfrentaron los dos pilotos con más títulos: el octocampeón Márquez (seis de ellos en la clase reina de MotoGP) y el tricampeón Bagnaia (dos en MotoGP). Y como no podía ser de otra forma, saltaron chispas. Afortunadamente no pasó como en Portimao, que acabaron ambos por los suelos, pero sí que llegaron a tocarse.
«Cuando luchas con Marc sabes que tienes que sacar los codos por fuera. Fue una divertida pero justa y una demostración de fuerza», explicaba en rueda de prensa el todavía jefe de filas de Ducati. La constatación de la batalla la exhibía Márquez en un mono repleto de heridas de guerra y con marcas del neumático del italiano en la zona del brazo y muslo derecho, presentaba heridas de guerra. «Un día te la marcan a ti, y otra la marcarás tú», replicaba el español.
Bagnaia se reivindicó con un triunfo que valía algo más que una carrera y que le situaba segundo en la general. Jorge Martín se fue al suelo, sí, pero rodando en cabeza y todavía mantiene un colchón de 17 puntos sobre el italiano. Su cero comprime una clasificación en la que los siete primeros están en menos de un gran premio de distancia, con otros dos españoles, Pedro Acosta y Maverick Viñales, en la pomada. Fue un domingo que puso el broche a un fin de semana histórico en Jerez y en el que Márquez, a pesar de la derrota, completó su aprendizaje sobre la Ducati. El Mundial de MotoGP, a partir de ahora, entra en una nueva fase.
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